No puede ser
Son muchas las cosas que se han visto, pero aún así hay que resistirse a creer que una madre pudiera prestarse a incinerar a tres hijos. A menos que se trate de una persona enferma la insensibilidad o la desesperación no pueden llegar a los extreños por los que se investiga a una señora de San Juan de la Maguana. Resulta que la señora Andri Mignolia Pérez, de 32 años de edad, ha sido interrogada bajo sospecha de ocasionar el incendio en que murió un niño de ocho años y otros salvaron la vida milagrosamente. Se sospecha que la señora encerró en su residencia a Cristian Beltré Pérez y otros hermanitos, los durmió, los acostó y luego habría causado el siniestro. Hay que pensar que pudo tratarse de un lamentable accidente, porque sólo una persona perturbada mentalmente sería capaz de una acción tan cruel e inhumana. De no ser así entonces hay que prestar mucha atención al rumbo que trilla la sociedad. Es verdad que los principios se han perdido y que la sociedad ha sido estremecida por crímenes espantosos, pero en modo alguno puede admitirse que una madre pueda tener el valor de incinerar a tres hijos, por demás menores e inocentes.