Página Dos

CÓJANLO

CÓJANLO

El Día Nacional de la Juventud transcurrió ayer  con más pena que gloria, pues tan especial efemérides  sorprende  a los jóvenes  dominicanos en un momento  de gran desaliento a causa de  una crisis económica que se traduce en incremento del desempleo para ese sector de la población.

A la falta de oportunidades laborales se agrega la crisis de valores que  afecta a la sociedad de hoy, matizada por el auge de  delincuencia y criminalidad, tráfico y consumo de drogas, prostitución, exclusión social y violencia intrafamiliar.

No obstante, la sociedad toda resalta y valora  el empeño de gran parte de la juventud de hoy por avanzar en todos los campos, a pesar de las vicisitudes y grandes obstáculos para  prepararse y cumplir cabalmente los roles estelares que desempeñarán en todos los ámbitos de la nación.

El Gobierno está compelido a  ampliar  sus programas y políticas  de promoción de la juventud, antesala del futuro, especialmente en lo relacionado con la ampliación y consolidación de la educación a niveles de formación e instrucción, así como en la creación de  empleos y mayores oportunidades de acceso a la ciencia y la tecnología.

En la juventud, la Patria de Duarte, Sánchez, Mella y Luperón  guarda su más valioso y divino tesoro. Es menester, pues, que Gobierno y sociedad promuevan y protejan a los jóvenes, que es como resguardar el futuro de la República.

El Nacional

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