La verdad es que no debería quedar en el limbo el atentado de que fueron víctimas el lunes 16 dos colombianos y un español en la autopista Duarte.
Los empresarios Renato y Frank Peluffo y el español Eliot de Jesús Hernández alegan que fueron atacados a tiros desde una yipeta Honda CRV, blanca, modelo de 2004 a 2006, cuando se desplazaban en un Mercedes Benz por el tramo La Vega-Santiago.
Los extranjeros no tienen que exigir una investigación, porque se supone que las autoridades están en la obligación de realizarla, sin obviar el más ligero detalle.
Pero como están en su legítimo derecho e incluso con los detalles que han ofrecido sobre el caso más comprometidas están las autoridades en aclarar un exceso que exacerba el clima de inseguridad que prima en el país.
Frank Peluffo, encargado de logística de la empresa Domex Group y productor de frutas, explicó que su hermano Renato, presidente de la firma, y Hernández fueron atacados después de reparar una goma que se le había pinchado al vehículo en que viajaban.
Los extranjeros, que dicen estar dedicados a actividades lícitas, con lo que quieren despejar cualquier sospecha, tienen tanto interés y derecho en que el atentado se aclare, que el deber de las autoridades es no dejar el menor cabo suelto.Y más por las circunstancias.
El jefe de la Policía, aunque tiene una agenda bastante difícil, no debería dejar para después el caso de los dos empresarios colombianos y el español que alegan haber sido víctimas de un atentado a tiros en la autopista Duarte.