De un tiempo a esta parte, el sermón de Las Siete Palabras, que recoge el sentir de un amplio sector de la Iglesia católica sobre los problemas que lastran el país, son siete torpedos. En esta ocasión, un diácono y seis sacerdotes coincidieron en cuestionar la tolerancia frente a la corrupción y el incumplimiento de las leyes. Los religiosos también criticaron las deficiencias del sistema educativo, así como el incumplimiento con la partida presupuestaria consignada en la ley.
Se trata, en realidad, de los mismos problemas que la Iglesia y otros sectores han denunciado, sin que a la fecha se les hayan prestado la debida atención, al menos en la práctica. Aunque, como en otros tiempos, haya algunos elementos que deben invitar a reflexión. Es el caso de la afirmación del diácono José Antonio Puerta en el sentido de que el despilfarro y la falta de planificación no permiten una distribución más justa de los ingresos, al tiempo de señalar que las pequeñas y medianas industrias son sometidas al pago desproporcionado de impuestos, que a su juicio las estrangulan económicamente.