El senador por Santiago se la pone difícil al Gobierno y a las Fuerzas Armadas al atribuir a la corrupción el drama de la inmigración ilegal en República Dominicana.

El licenciado Francisco Domínguez Brito expresó que los militares cobran peaje para dejar entrar y salir a extranjeros de manera ilegal. Y agregó que la proliferación de consulados es otro factor que contribuye con afluencia de indocumentados.

Que generalizara antes que especificar no desvía el blanco. Tampoco el hecho de que responsabilizara del problema a toda la clase política. Por tratarse del Gobierno de su partido quizás no quiera confrontaciones políticas.

Y más después de quedarse como una suerte de llanero solitario en su denuncia contra la cuestionable concesión de un proyecto turístico en Barahona a una empresa sin solvencia económica declarada.

Pero los únicos responsables de la proliferación de consulados, incluso más que ningún otro Gobierno, son las presentes autoridades. La multiplicación de sedes incluso se ha criticado con acritud.

Y si los militares en el pasado cobraban peaje para facilitar el tráfico de ilegales de ninguna manera tiene que justificarse en el presente. Aún fuera su intención, como parece, el legislador peledeísta por Santiago no ha dejado de ponérsela dura al Gobierno con su denuncia sobre la corrupción migratoria.

No es excusa alegar que se tienen 40 ó 50 años con un procedimiento migratorio irregular. En todo caso, sólo hay que resolverlo, pues, a fin de cuentas, esa es la misión de las autoridades.