El reclamo del FMI para que el Gobierno aplique una segunda reforma fiscal, pero esta vez por el lado de los ingresos, parece conectado, o al menos coincide con el informe de la Dirección de Aduanas que señala que las recaudaciones disminuyeron en un 4.1% con relación a 2012 y que el monto estimado se cumplió en 89.9, lo que no significa buena noticia en relación con el cobro del arancel.
Las autoridades de Aduanas atribuyen la baja en las recaudaciones a que se dejó de cobrar el Itbis a importaciones de materias primas e insumos realizadas por empresas acogidas al régimen de Proindustria, que pagarían impuestos a la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), cuando el bien elaborado ya esté en el mercado. La verdad es que algo hay que hacer para incrementar ingresos y garantizar sostenibilidad fiscal. Todas las miradas se dirigen a las exoneraciones y exenciones.