Las asociaciones de Controladores Aéreos y de Inspectores Operativos no hacen ningún aporte con su denuncia de que podrían producirse accidentes aéreos por el supuesto deterioro del sistema de navegación.
Más bien hacen un gran daño en materia de seguridad y confianza incluso a la imagen del país. Que la denuncia se haga en medio de un conflicto con las autoridades le quita seriedad y responsabilidad. Las entidades no han medido las consecuencias para el sector ni para el país. Las posibilidades de accidentes aéreos o de cualquier otra índole siempre están dadas.
Y como tal no se debe usar esa posibilidad para espantar ni amedrentar a los usuarios del sistema aéreo. Una eventual avería en uno de los radares no puede ser magnificada como una crisis que convierte en riesgo la navegación aérea en el país.
Es posible que las entidades, en su pulso por mejoría salarial con el director del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), Alejandro Herrera, se hayan excedido en su denuncia. El sistema no será perfecto, pero hasta antes del conflicto se reconocía lo mucho que se había avanzado para adecuarlo a la seguridad internacional.