Página Dos

Cójanlo

Cójanlo

El calvario de los padres de familia no ha terminado con los abusos de las tarifas patrocinadas por los colegios privados. Sin que el vendaval haya pasado ha comenzado a zumbar el alza en los precios de los libros de texto. Todos los años se repite el mismo drama, pero en esta ocasión hay factores adicionales, como el alza en la tarifa eléctrica y los efectos del paquete fiscal. Los sufridos padres no saben cómo afrontar las consecuencias de una educación mala y cara. No pueden enviar los hijos a escuelas públicas, plagadas de deficiencias, pero tampoco pueden con las tarifas de los colegios y, por añadidura, con el costo de los libros y los materiales. Y lo peor del caso es la inercia, sea por desinterés o falta de autoridad, de quienes están llamados a enfrentar el desorden. Ningún libro cuesta menos de 100 pesos, pero los hay, eso sí, que pasan de mil. En esas condiciones la educación básica y media es una pesadilla para padres que también son víctimas de todos los problemas que abruman a la nación.  Tantos problemas indican que la apertura del año escolar será traumática. Y sin esperanza de que se tomarán acciones concretas.

El Nacional

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