Semana

Como cada Domingo

Como cada  Domingo

Carmen Natalia Martínez Bonilla

Museo Nacional de Literatura

Tras la realización de la 24 Feria Internacional del Libro Santo Domingo, los pabellones a los escritores homenajeados Pedro Peix y Carmen Natalia se han desmontado y los documentos, objetos personales, fotos y obras vuelven a ser guardados bajo la responsabilidad de quienes los atesoran, al igual que como ha ocurrido con cada uno de los escritores homenajeados en este, el principal evento cultural dominicano.

¿Será justo que esos patrimonios documentales se guarden y todo el arte puesto en las muestras bio museográficos, simplemente desaparezca?.

Es el momento de plantear el proyecto del Museo Nacional de la Literatura, en lugar de hacerle museos pequeños a cada uno de los escritores y escritoras de los que debemos sentirnos orgullosos.

El Museo Nacional de la Literatura, que debe hacerse en una alianza con el Ministerio de Cultura, el Archivo General de la Nación, las personas o instituciones, centros culturales que han expuesto esos materiales o que los tienen bajo su cuidado, deben afrontar la tarea ya mismo.

Este proyecto es culturalmente fundamental, turísticamente atractivo y económicamente auto gestionable por el pago de su entrada, y baste ver la experiencia de la exposición inmersiva Tovar, por la cual la gente ha pagado abrumadoramente para verla.

Los Museos Nacionales de Literatura no son un invento. Es una tradición de los países civilizados y nosotros lo somos.
Basta con determinar la voluntad política y cultural para hacerlo.

La institución natural para acogerlo, con espacios suficientes de modo que no haría falta por el momento construir nada nuevo ni invertir en infraestructura, es la Biblioteca Nacional, en la Plaza de la Cultura.