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Como cada Domingo José Rafael Sosa

Como cada Domingo José  Rafael Sosa

Altagracia Salazar

Altagracia: el desagravio

En algunas oportunidades, la sociedad toda debe detener su ritmo para prestar atención a hechos mínimos y vergonzantes que nos indica que algo huele mal en los medios.
Muchos medios se han dado licencias que sustituyen el argumento y el dato oportuno, por el insulto, el chisme y la pobreza de espíritu.
Altagracia Salazar es una periodista nacida en el adorablemente pueblerino de Nizao, en la provincia Peravia y que ha desarrollado una carrera profesional en la comunicación de orientación responsable a sus audiencias, y que es un hito ético para las nuevas generaciones de periodistas.
Altagracia es un ser excepcional, más expresivo y responsable que la luz que emana cuando sonríe.
Altagracia Salazar es una mujer responsable, respecto de la cual es un crimen levantar insultos desviados y empobrecidos, divorciados de los criterios modernos del vivir.
Tiene a su favor una larga, larguísima trayectoria de verdades, de marchas, de pronunciamientos, de actuaciones apegadas a la verdad y a la justicia.
Yo me permito levantar a su favor el desagravio que merece. La he tratado de cerca por años y puedo afirmar que nos hacen falta muchas mujeres como ella: hijas, madres, abuelas.
Ha recorrido con su talento orientador una serie de programas de noticias, entrevistas y comentarios, en los cuales dejó claro el sello de su talento.
Altagracia Salazar ha demostrado saber gestionar sus verdades y los hechos que comunica. Y frente a ello, lo ideal es que quienes se sientan afectados, produzcan respuestas documentadas y sobrias que demuestren que ella falta a la verdad.
Hay oportunidades en las que la sociedad debe prestar atención a los detalles para hacernos despertar y decirnos que hemos sido muy tolerantes en el arte de mirar para otro lado, haciendo hueco.

Altagracia Salazar, te respetamos.

El Nacional

La Voz de Todos