Opinión

Complejo problema social

Complejo problema social

El país está entrampado en lo que se ha llamado descomposición social, la cual proyecta una sociedad enferma donde existe el imperio de la relajación de las normas de convivencia pacífica y de elevación moral. En este estado se anida, entre otros, un antivalor de extrema relevancia, se trata del individualismo, actitud de la que se desprende desconsideración e insensibilidad hacia los otros y hacia las otras. Pero también se ha incubado la ley del menor esfuerzo, el facilismo, incluyendo el apropiarse con engaño o con violencia extrema de la propiedad ajena. Es muy engañoso el llegar a creer que,  generalizadamente, estos actos se cometan por falta de oportunidad.

 En otro orden, hay que ver en todos estos casos el grado de cohesión familiar a lo que responden estos antisociales, la incidencia que pudiera haber tenido la carencia de afectos en el seno familiar, la presencia de la violencia intrafamiliar, la crianza permisiva o la inculcación de sentimientos retorcidos o ambivalentes con los que se fue forjando su  personalidad. Hay aquí toda una historia imposible de  obviar.

Hay que analizar  también que el país carece de controles y voluntad institucionales para frenar las influencias negativas que incentivan el crimen y la deshumanización en grado elevado. Basta con observar algunas novelas y películas que se dejan pasar sin censura, donde descriptivamente se dan entrenamientos para cometer actos crueles envueltos en mafias, lealtades hacia las peores causas y acciones insanas. Hay que ver con qué facilidad han podido penetrar al país delincuentes internacionales, sicarios que obedecen a famosos carteles de drogas.

El Nacional

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