LA HABANA (BBC Mundo).- Un grupo de congresistas de Estados Unidos llegaron a Cuba este viernes con la finalidad de explorar las posibilidades de abrir un diálogo bilateral. El viaje fue coordinado por la Cancillería cubana y la representación diplomática de La Habana en Washington.
«(Buscamos) vías de entendimiento porque consideramos que es el mejor momento para iniciar un diálogo con Cuba», expresó a la prensa extranjera Marcia Fudge, congresista del Partido Demócrata.
Sin embargo, Bárbara Lee, la congresista que encabeza la delegación, dejó en claro que no vienen por mandato del presidente de Estados Unidos. «No traemos ningún mensaje de (Barack) Obama, venimos por nosotros mismos», expresó.
El grupo de legisladores está integrado por Lee, Fudge, Mel Watt, Shella Jackson, Mike Honda, Laura Richardson, Bobby Rush y Emanuel Cleaver. Por razones desconocidas suspendieron su viaje las representantes Nydia Velásquez y Carolyn Kilpatrick.
Ésta es la primera delegación de políticos estadounidenses que llegan al país desde que Barack Obama asumiera el poder en EE.UU. y, aunque dicen no cumplir una misión presidencial, pueden convertirse en el primer puente entre Washington y La Habana.
Los miembros de la delegación se quedarán hasta el miércoles y tienen planeado entrevistarse con el presidente del Congreso Ricardo Alarcón, con el canciller Bruno Rodríguez, además de con el ministro de Inversión Extranjera y con el Director de Alimport, la importadora nacional de alimentos.
La agenda incluye además un viaje al famoso balneario de Varadero, un paseo por La Habana Vieja, entrevista con los familiares de los cinco agentes cubanos presos en EE.UU., visita al Centro de Ingeniería Genética y a la Escuela Latinoamericana de Medicina.
Curiosamente, los diplomáticos de la SINA -la representación diplomática de EE.UU. en La Habana- quedaron al margen de la visita, desconocían incluso el programa y por lo tanto no sabían qué lugares visitarían los legisladores ni con quiénes pensaban reunirse.
La jefa de la delegación, Bárbara Lee, explicó que realizan esta visita para explorar con las autoridades cubanas las posibilidades de establecer un primer puente y especificó que «con esta acción aspiramos a abrir un dialogo con Cuba».
«El cambio está en el aire y queremos ver si es posible aplicarlo a las relaciones bilaterales, y la única forma de saberlo es hablando con Cuba», dijo Lee.
El reto ideológico
La legisladora se mostró partidaria de levantar inmediatamente la prohibición que existe a los viajes hacia la isla: «Los estadounidenses tenemos derecho a viajar sin restricciones», declaró.
Levantadas temporalmente las limitaciones de viaje para los emigrados cubanos, el próximo paso que se perfila en el Congreso de EE.UU. sería la autorización para que los estadounidenses puedan también visitar la isla, lo que implicaría un enorme salto turístico para Cuba.
El gobierno cubano parece tener ya una posición definida en cuanto a la apertura de viajes. Un funcionario de gobierno, que prefiere el anonimato, dijo a BBC Mundo que si Washington autorizase los viajes, «sería un reto ideológico para la Revolución, constituiría una nueva batalla».
«Es un reto que aceptamos. Lo que no podemos hacer es decirles: señores mantengan el bloqueo unos meses más hasta que nos preparemos ideológicamente. Sobre la marcha iremos solucionando los problemas», agregó.
El funcionario recordó que ya en el pasado «la Revolución ha enfrentado situaciones ideológicamente complejas, como la visita de los cubanos emigrados, la legalización del dólar, la apertura del turismo internacional o el Periodo Especial (crisis económica de los ’90)».