El día antes de que el padre se acostara borracho, sin poder darse cuenta de que su hijo de nueve meses, que dormía en la misma cama, se ahogó al caer al agua que inundó la casucha, el director de la Defensa Civil dijo que el consumo de alcohol constituye el principal problema que confrontan los socorristas en su labor de preservar vidas.

Ese conmovedor suceso acaecido en el barrio Los Guandules del Distrito Nacional, convirtió en premonitoria la queja del general retirado Luis Antonio Paulino sobre la excesiva ingesta de alcohol durante periodos de emergencia a causa de inundaciones, deslizamientos o derrumbes por el paso de un huracán o tormenta.

Brigadistas de la Defensa Civil afirman que Aneudy Nova, padre del niño fallecido, resistió abandonar el inmueble a pesar de la advertencia sobre la inminente crecida del río Ozama y que incluso en una oportunidad intentó agredir al personal que requirió desalojar la casucha.

Todavía a la 1:00 de la madrugada los socorristas intentaban convencer a Nova de que llevara a su familia a un refugio seguro, pero el hombre borracho no hizo caso a esos ruegos, y poco después salió con el cadáver de su hijo en brazos.

Horas antes de esa tragedia, el director de la Defensa Civil pidió a la población adulta abandonar la práctica de ingerir bebidas alcohólicas durante periodos de emergencia, porque en la mayoría de los casos gente borracha no atiende la solicitud de evacuar una zona definida como de peligro.

Además de la ingesta de alcohol, los organismos de emergencia y socorro confrontan el problema de la carencia de conciencia en la mayoría de los asentamientos ubicados a orillas de ríos o al pie de estribaciones, donde muchos jefes de familia se encierran con los suyos en sus casas para evitar ser desplazados hacia lugares seguros.

Muchas tragedias han ocurrido durante el paso de ciclones o tormentas por la inobservancia de ciudadanos que resisten las exhortaciones de organismos de socorro de abandonar zonas de gran peligro, por lo que no pocas veces las autoridades han reclamado la asistencia de militares para producir desalojos forzosos.

La historia del papá borracho que resistió abandonar su casa en peligro de inundación de la que solo salió al percatarse que su hijo de nueve meses se había ahogado, sirve como doloroso episodio de referencia para que la ciudadanía asuma conciencia de que durante periodos de emergencia no se debe ingerir alcohol y que es necesario atender las exhortaciones de la Defensa Civil.