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Consecuencias de “no sembrar” el petróleo

Consecuencias de  “no sembrar” el petróleo

En el año 1936, don Arturo Uslar Pietri, un venezolano visionario y quizás con alrededor de treinta años de edad, ya se perfilaba en un futuro como uno de los más grandes intelectuales de su país, advirtió a través del diario Ahora, un periódico de circulación nacional en Venezuela, “que si Venezuela no sembraba el petróleo, en un futuro la verían como un caso de emergencia de la Cruz Roja Internacional repartiendo sopas a los venezolanos en las esquinas”, agregando además, que “sembrar el petróleo significa aprovechar los recursos provenientes del combustible para invertirlos en áreas de producción nacional, en vez de tomar esos recursos para pagar importaciones de todo lo que consumía el país”.

De haber sido dicho eso por un predicador evangélico, estamos seguros de que hoy en día se diría que eso no fue más que una profecía de un cristiano al que Dios le reveló el futuro de los venezolanos, ya que esas cosas están ocurriendo en la nación sudamericana.

No es tanto la administración chavista o la del Presidente Maduro la causante de la debacle en Venezuela, tampoco lo ha sido en gran manera ciertas administraciones acusadas de corrupción; ese es el resultado mayormente por los venezolanos no haber “sembrado el petróleo” como les recomendó Uslar Pietri.

Los un poco mayores recordaran como desde los años sesenta hasta mediados de los ochenta, Venezuela era el país donde se anhelaba vivir debido a las bondades que presentaba para sus residentes, era el Nueva York de los demás países latinoamericanos.

Un país donde se predicaba el pleno empleo, comida de primera al alcance del venezolano promedio, educación gratuita de calidad, planes sociales para envejecientes, estudiantes y retirados, se les notaba en el físico la buena vida.

El venezolano los fines de semana iba al cine, cenaba con su familia en un restaurante italiano de los tantos que habían, hacía mucho turismo interno, programaba sus vacaciones en Miami junto a su familia y un visado a Estados Unidos era solicitado por un venezolano solo como un mero trámite, ya que quedarse a vivir en el país norteamericano le reduciría el nivel de vida que tenía en su país, era seguro su regreso.

Pero ya eso es cosa del pasado, solo les queda culpar a alguien y hoy en día se culpa de la debacle a los gobiernos de Hugo Chaves o a los de Nicolás Maduro, pero no es así, todo empezó antes de ellos.

A mediados de los ochenta siendo Jaime Lusinchi presidente de Venezuela por el Partido Acción Democrática en el período 1984-1989, ya se hablaba de crisis, y ni hablar del último periodo de gobierno de Carlos Andrés Pérez, sucesor este de Jaime Lusinchi, quien por la gran crisis fue destituido en 1993, lo sustituyó interinamente Octavio Lepage, de 1994 a 1999 gobernó Rafael Caldera; el 6 de diciembre de 1998 gana las elecciones Hugo Chávez.

Todo lo anterior explica que es la crisis en Venezuela que hace surgir a Hugo Chávez y a Nicolás Maduro, no es que Chávez y Maduro hacen surgir la crisis en ese país como nos quieren hacer creer.

Se quiere culpar a cualquiera, menos a todos como debería ser, solo por no admitir que el venezolano se dedicó a derrochar los recursos provenientes del petróleo y no ha “sembrar” dichos recursos.

Ojala República Dominicana y los demás países aprendan a sembrar los recursos que reciben para evitar que les ocurra lo mismo que en Venezuela.

El autor es abogado.

El Nacional

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