Miguelina Terrero
miguelinaterrero@hotmail.com

En los últimos años son muchas las mujeres que luego de separarse de sus parejas, se quedan solas con sus hijos por temor a enfrentar el proceso de adaptación de un hombre nuevo en casa.

Piensan a veces más en los hijos que en ellas mismas, o simplemente, no quieren correr el riesgo de unirse nuevamente a la persona equivocada.

Y es que es un reto reconstruir una familia luego de un divorcio o separación, pero ante el mismo, lo primero es que tanto el hombre como la mujer, deben preguntarse si es el momento adecuado, y si ya están listos para dar este paso tan delicado en sus vidas.

La sicóloga Carmen Virginia Rodríguez, terapeuta del centro Psicológicamente, aconseja preguntarse si realmente estamos preparados para enfrentar ese reto. “Una vez contestada la pregunta, de ser un “no” hay que buscar un acompañamiento por parte de un profesional, un terapeuta familiar que nos ayude a tomar las decisiones correctas en aras de formar una nueva familia saludable emocionalmente”.

Si ya esta nueva familia está formada, ambos cónyugues deben tener las reglas del hogar claras, tanto para los hijos de ella, como para los de él, si los tiene.

“En familias en las que no se han dado separaciones, mantener un ambiente armónico y paz es de por si un reto, por ende, cuando las relaciones familiares amplían y cambian en este caso con divorcios y nuevas uniones, ese reto se multiplica”, explica la profesional.

Reglas iguales para todos
Rodríguez menciona como uno de los factores a tomar en consideración, que para los miembros de la familia, las reglas, concesiones, permisos entre otros se apliquen de igual manera. “Las injusticias es un factor determinante en un buen ambiente familiar”, agrega.

Por otro lado- dice- ambos conyugues deben tener claro y respetar, que aunque su matrimonio o unión anterior terminó, los niños tienen un padre o una madre con deberes y derechos también. o sea, que como padres o madres no debe haber un divorcio con los chicos.

Esto es algo muy importante, ya que muchas veces, por el propio disgusto del adulto con su relación pasada y terminada, arrastran a los hijos a un terreno emocional peligroso, poniéndolos en muchas ocasiones entre la elección de un progenitor y el otro.

Roles definidos
La psicóloga Carmen Virginia Rodríguez afirma que cuando se forma una nueva familia, los roles de cada uno deben estar bien definidos, al igual que las reglas en el hogar, y si bien es cierto que como madres o padres debemos tener el control de nuestros hijos, no es menos cierto que nuestra nueva pareja, en ese hogar tiene igual lugar en las tomas de decisiones.

«Cada familia tiene la libre elección de vivir como desea, lo importante es que cuando se decide formar un nuevo hogar con “los tuyos, los míos y los nuestros”, a veces es porque se quiere ser feliz y vivir “en comunidad”. Pero esto debe ser para bien de todos y todas sin excepción”.