Editorial

Controversia

Controversia

La controversia comercial entre República Dominicana y Centroamérica ha ingresado en  fase de mayor confrontación con  el anuncio de Costa Rica de que sometió a Santo Domingo por ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por imponer aranceles a bienes de esa nación y las seguridades dadas por otros gobiernos de esa región de que procederán de igual manera.

A pesar de la estrategia de  esos países de accionar el mecanismo de solución de controversias  en la OMC, el Gobierno dominicano parece decidido a defenderse en ese foro contencioso sin renunciar a  actitud  dialogante, como lo demuestra sus decisión de aceptar de manera temporal las certificaciones que expide El Salvador para que sus productos se beneficien del comercio preferencial.

Costa Rica acusa a las aduanas dominicanas de violar el Acuerdo de Libre Comercio con Centroamérica con la imposición de tributos a las importaciones  de artículos centroamericanos, pero las autoridades dominicanas alegan que  tales aranceles se aplican en respuesta a los subsidios que  esos gobiernos otorgan a productores e industriales para promover exportaciones.

En el caso de El Salvador, el ministerio  dominicano de Industria y Comercio ha otorgado una dispensa hasta el 31 de diciembre, a la espera de que  el gobierno salvadoreño derogue una ley que  devuelve el seis por ciento del valor del embarque  a las exportaciones, lo que se considera una práctica de competencia  desleal incompatible con el Tratado de Libre Comercio.

Se ha dicho que República Dominicana está en capacidad de documentar tipos de proteccionismo en que se incurre en Centroamérica en perjuicio de la producción nacional, sin  incluir las barreras no arancelarias que  en esas naciones se imponen al ingreso de bienes dominicanos.

El dominicano es  un ejemplo de  mercado abierto y competitivo donde ingresan  todo tipo de bienes y servicios procedentes de Estados Unidos y la región centroamericana, en el marco de  acuerdos comerciales que han sido netamente perjudiciales para productores e industriales locales.

A pesar de la  alharaca  sobre supuestas violaciones  al Tratado de Libre Comercio, los términos del intercambio comercial con  Centroamérica son altamente deficitarios para República Dominicana, entre otras razones porque  esos mercados todavía tienen  candados y cerraduras, además de que sus autoridades aplican formas de proteccionismos y trabas diversas a las importaciones.

Gobierno y sector privado deberían  aunar esfuerzo en la dirección de defender los intereses nacionales ante la OMC, sin renunciar a la posibilidad de que el diferendo comercial se resuelva por vía diplomática y de manera bilateral. Que la cortesía no se confunda con el temor.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación