SANTIAGO. Con el objetivo de sustituir las tapas de metal sustraídas de calles y avenidas y vendidas a metaleras, la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan) empezó ayer a reemplazarlas por otras construidas en hormigón de alta resistencia.
Se trata de una iniciativa en coordinación con la alcaldía, en cuya primera etapa la empresa acuífera dijo ha colocado 100 tapas, con una inversión de casi medio millón de pesos.
Silvio Durán, director general de Coraasan, recordó que cientos de esos artículos han sido robados en los últimos años de calles y avenidas en esta ciudad y, al ser dejados al descubierto, se han producido accidentes.
“Hemos tomado esta iniciativa de sustituir esos registros de aguas residuales, como colaboración para el bien de los santiagueros, aunque en realidad eso sea responsabilidad del ayuntamiento”, sostuvo Durán.
