El 16 de este mes de agosto, se hizo público en diferentes medios de comunicación, que el pueblo dominicano celebraba ese día el 147 aniversario de La Restauración de la República, y tal vez, lo más preocupante es que diferentes organismos y comisiones gubernamentales auspiciaron y promovieron una conmemoración de tanta trascendencia como La Restauración, con un error histórico de importancia. La Restauración de la República, tuvo su inicio de manera principal el 16 de agosto de 1863, cuando en la madrugada de ese día, en el Cerro de Capotillo, en la frontera dominico-haitiana, un reducido grupo de valientes, encabezados por Santiago Rodríguez, José Cabrera y Benito Mención, enhestó la bandera dominicana confeccionada por Huberto Marzán y proclamó el inicio de la guerra contra la monarquía Española, bajo la consigna de Libertad o Muerte.
Entre el 16 de agosto de 1863 y el 12 de julio de 1865 trascurrieron un año y 11 meses y fue ese día, el 12 de julio de 1865, cuando abandonaron sin condiciones las tropas españolas el territorio dominicano, que quedó plasmada en el orden material y político, la soberanía de la república, restaurada por el sacrificio y el valor de nuestro pueblo. El 16 de agosto de 1863 se inició, con lo que la historia recoge con el nombre de El Grito de Capotillo, la más Grande Epopeya de este conglomerado, en aquel momento pobre y deshabitado, con apenas 250,000 almas, actor solitario de su historia que con tímida e impracticable ayuda física del gobierno haitiano, logro infligir a España en territorio insular, la derrota que repercutió apenas tres años después, en el pueblo cubano, escenario en el que se puso en práctica la extraordinaria experiencia militar de la escuela que fundó en el siglo XVI Enriquillo, capitán invicto de la sierra del Bahoruco.
En esas coincidencias extrañas de la historia, 59 años después, abandonaron el territorio dominicano las tropas de la Infantería de Marina de los Estados Unidos de América, que ocho años antes, en 1916, habían invadido el suelo patrio para fomentar la industria azucarera, producción necesaria para ese país, debido al desarrollo de la Primera Guerra Mundial. El 12 de julio de 1865, cuando fue consumada a plenitud, política, económica y socialmente La Restauración de la República, en la realidad de lo sucedido, la soberanía plena de la nación, convertida en República desde febrero 1844, quedó ese hecho señalado como la más grande epopeya de nuestro pueblo, llamado por Fidel Castro legendario, veterano de la historia y David del Caribe.
El 16 de agosto celebra el pueblo El Grito de Capotillo, acción imborrable y admirable que dio inicio a la guerra restauradora consecuencia lógica e inevitable, como respuesta viril a la traición de Pedro Santana de anexar el territorio de la parte oriental de La Española, con la categoría humillante de provincia de ultramar de una monarquía en términos políticos desacreditada. Es inolvidable el 16 de agosto de 1863 por el gesto de Capotillo y así se debe conmemorar, como se hizo ahora, solamente con el error de afirmar que era el 147 aniversario de La Restauración, cuando lo que conmemoramos es el 147 aniversario del levantamiento militar que dignificó aún más la historia del pueblo dominicano.