Opinión

CUANDO SEA PRESIDENTE

CUANDO SEA PRESIDENTE

José Díaz
asesaijd@gmail.com

 

Me siento al menos

 

Me siento rechazado, disminuido, tirado a menos, ignorado, apocado, metido en un rincón porque no fui tomado en cuenta entre las personalidades que el presidente decidió consultar para meter un arreglo a la metida de pata de la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional.

En virtud de lo poca cosa que me siento he desarrollado frustración y desesperanza que me han hecho caer en depresión y por consiguiente requerí una junta médica integrada por Fernando Sánchez Martínez, César Mella Mejías, Martha Díaz, Pablo Pascual Báez y Fernando Fernández, psiquiatras amigos que sin costo alguno se han visto obligados a intervenir por la profunda tristeza que me envuelve, dado el hecho agravante que no he parado de llorar al ver que lo que he hecho en más de 40 años por construir una sociedad decente no fue suficiente para que el presidente acudiese a mi humilde morada a consultarme que es lo más prudente hacer para corregir el entuerto que su misma gente ha hecho.

Es verdad, no tengo diputados ni senadores a mi servicio, ni siquiera un regidor, tampoco tengo empresas que hacen negocios con el gobierno ni he sido figura importante de la clase política nuestra, y mucho menos tengo periodistas o medios de comunicación con opiniones prefabricadas. De nada valió que algunas de esas figuras honorables e importantes,que recibieron la distinguida visita, arrastren colas que se pisan. No, lo importante es que son los que controlan esta sociedad de caretas y disfraces donde los valores andan por el suelo y no vale ni una mota ser honesto.

Cuando entregaba este trabajo recibí, por diversas vías, reclamos de otras personalidades “chuipis” como la mía que requerían los servicios de la comisión de psiquiatras que me atiende: Regino Martínez, Freddy Ferreras, Negro Robles, el Padre Rogelio, Mercedes Ventura, Wilson Roa, José Dunker, y tuve que cerrar correo, apagar celular y trancarme por tres días porque iban por casi mil los que andan de capa caída porque no fueron tomados en cuenta por las altas esferas para justificar una sacada de pata.

El Nacional

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