POR: Chiqui Vicioso
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Recibí con asombro la información de que la cadena Price Smart se niega ahora a vender sus productos en toda América Latina, a los cubanos. Titulares posteriores sobre el intento de que Cuba no se pueda suplir de gasolina en el país me acabaron de convencer de que la derecha norteamericana no tiene remedio.
188 países votaron contra el bloqueo a Cuba en la ONU, con la excepción de Estados Unidos e Israel. Un bloqueo que lleva ya 53 años y cuyo objetivo es que la gran masa de cubanos, golpeados por la escasez y sin sofisticación analítica, finalmente se organice y tumbe un gobierno al que los Estados Unidos le ha declarado la guerra desde el inicio de su Revolución,
Una campaña mediática se ha desarrollado para desacreditar al régimen socialista de Cuba por la permanencia de los Castro en el poder, mientras la misma prensa celebra con grandes bombos los hechos cotidianos de las monarquías. Se trata, como vemos, de un enfrentamiento entre dos culturas: los gobiernos populares son dictatoriales si se extienden en el poder, mientras las monarquías pueden ser eternas, por obra y gracia de sus propiedades y su papel en la esclavitud, el sostenimiento de gobiernos racistas como el de los excolonos en Sur África, así como el genocidio contra países en África y Asia. ¿Habrá que recordarle a alguien que para imponer sus burdos tejidos frente a la fineza de los tejidos hindúes a cada tejedor hindú se le cortó el dedo gordo de la mano?
Dice Montaner que una isla empobrecida gobierna hoy en Venezuela y es para morirse de risa. Primero la empobrecen a golpe de bloqueo y luego la critican por estar empobrecida y le atribuyen poderes cuasi sobrenaturales, mientras se orquesta un golpe de Estado en una nueva modalidad, con mercenarios que disparan a la cabeza de una juventud manipulada por una escasez inducida.
Hemos apoyado al embajador Brewster, porque creemos en el derecho de cada quien a sus opciones personales. Esperamos que nos ayude a mediar frente a su país para que este bloqueo, que alcanza ahora dimensiones demenciales, porque se intenta extender a todo el mundo y puede, como boomerang, significar que como ciudadanos de nuestro países, desatemos un bloqueo contra las tiendas norteamericanas, cese.
Esperamos que nos ayude también a convencer a su gobierno de que es una barbaridad mantener en prision a tres cubanos por el mero hecho de proteger a su país. No se puede no querer para otro lo que uno practica, como derecho, diariamente.
O es que Estados Unidos necesita una carta de Fidel al New York Times para detener esta demencial guerra contra mangos bajitos?