José Antonio Torres
Las voces que pretenden aprovechar la epidemia del coronavirus para plantear, con razón o sin ella, algunos mecanismos para la distribución entre los trabajadores de un porcentaje de los casi 600 mil millones de pesos que tienen en los fondos de pensiones, al parecer desconocer los mecanismos legales que crearon las administradoras de ese dinero.
Algunos hablan de que el sistema disponga el 10% del equivalente ahorrado por cada uno de los ente del sistema, mientras otros sugieren el equivalente a tres meses de salario. En uno y otro caso, desde el punto de vista social podría verse como una acción de justicia, pero dudo que desde el punto de vista económico sea viable.
Aunque todos sabemos que se trata de un patrimonio de los trabajadores afiliados a las AFP, el mismo no se encuentra en una cuenta de ahorros de la banca comercial, a la que se puede girar en cualquier momento, pues, no. Todo el mundo sabe que forma parte de los fondos de inversiones de las instituciones financieras.
Todo el mundo sabe que ese dinero está en inversiones en los sectores público y privado
Es bueno que los trabajadores sepan que esos ahorros están invertidos conforme a las regulaciones y límites establecidos en la ley y la normativa complementaria, para financiar y apoyar actividades económicas de los sectores público y privado.
Las inversiones a las que hago referencia, generalmente se canalizan a través de títulos, como bonos, acciones y otros vehículos de inversión en el mercado de valores. De esa forma, los fondos crecen y permiten crear un patrimonio mayor para las pensiones de los afiliados.
Este debe ser el principal objetivo de una gestión de administración que se considere eficiente, ya que el mismo contribuye con la sostenibilidad y el desarrollo económico de la sociedad.
La gente debe saber que para disponer de ese dinero habría que vender grandes inversiones en el mercado secundario, lo que hace que se trate de algo inviable en las actuales circunstancias, y sería generador de efectos indeseados para el país, como inflación, desempleo, incremento de tasas de interés y presión en la tasa de cambio.
