Opinión

Cuídate Rogelio

Cuídate Rogelio

Rogelio Cruz, hermano, cuídate lo más que pueda de aquellos a quienes tu praxis y tu discurso les causa molestias y urticarias, de los que no creen en el Cristo que llevas por dentro. Ellos, los que desconfían en ti siguen llorando al Cristo encadenado y crucificado, mientras tu continúas asumiendo al que tomó el látigo y echó a los mercaderes y corruptos del templo.

Ellos jamás te aceptarán, Rogelio, porque te abrazaste a la teología de la liberación y tomaste partido a favor de los pobres.

Nunca debes pensar que los explotadores te verán como un pastor que cuidas y defiendes a su rebaño, el que trabaja por la construcción del Reino de Dios y su justicia, sino como un loco morboso que andas con los puños llenos de piedras y empreñó a una mujer y ahora no mantiene al hijo.

Cuídate Rogelio, porque nunca te aceptarán como un cura del pueblo, ni como hijo del continente de la esperanza y mucho menos como un Monseñor Oscar Romero, a quien los pobres desde abajo también te enseñaron a leer el evangelio.

Cuídate, hermano, porque eres una víctima de tu propia congregación, la que solo conoce misas y asistencialismo como práctica, pero no la crítica de la realidad y mucho menos las palabras compromiso y lucha a favor de los débiles.

Cuídate Rogelio, porque cuando el evangelio se lee con los ojos de los pobres, esto conlleva asumir al prójimo como a sí mismo, por tanto acarrea muchos problemas.

Cuídate Rogelio, porque te tienen en peregrinación por todo el territorio, tan solo para vencerte por el cansancio, pero no han podido, y ahora quieren sacar tu presencia de la geografía nacional.

Cuídate Rogelio, porque esta es la fecha en la que conmemoramos la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, donde la soldadesca romana lo mata por enseñar a compartir a las ovejas y a cuidarse de los lobos.

Cuídate Rogelio porque eres un cura que desde el púlpito, con sotana y sin ella, ha demostrado ser un hombre de Dios, identificado sobre la obediencia y castidad con la lucha de tu pueblo.

El Nacional

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