Querida Jeannette:
¿Cuándo una vida se puede considerar suficiente y eficientemente vivida?
Como culturalmente no aceptamos la muerte como parte de un ciclo que pone punto final a la trayectoria que se inicia con el nacimiento, los seres humanos tendemos a entristecernos cuando se trata de recordar a alguien que se nos adelantó en un trayecto que es invariable, inexorable y definitivo.
Cuando se vence el silencio de la muerte, la vida renace para siempre como posible en la eternidad.
Se trata de un milagro que no logra todo el mundo.
Disociar la muerte de la tristeza es sólo posible cuando se ha vivido en el bien.
Cuando se ha trabajado para dejar huellas.
Cuando se ha laborado perfumando la existencia.
Cuando se ha sido apoyo de todo lo bueno.
A un año de partida de Jeannette Rodríguez, la directora de Comunicaciones y Marca de Orange Dominicana, observé, en el acto en el cual se bautizaba con tu nombre el salón de actos de esa empresa. como, sin estar aquí, sin tenerte en la oficina, sin que estés en la casa, eres capaz de seguir reuniendo, en plena alegría, tus amigos.
En aquel Universo de personas que acudieron a recordarte, no existia amargura por habernos negado el privilegio de tu sonrisa.
Noté como sigues estando presente en el afecto de quienes te conocimos.
No se trata de la tradicional cordialidad forzada que lleva a hablar bien de los ausentes.
Sembraste apoyo, amor, afecto, trabajo y constancia.
Trabajaste hasta el último de los días en que te lo permitió la circunstancia de salud que hoy es recuerdo.
El ambiente entre quienes te conocimos, en aquel acto, no era de pesar.
Tú misma, que fuiste sinónimo de vitalidad, no lo querrías así.
Allí estaban todos los artistas, productores, compañeros de trabajo.
Jeannette Rodríguez Corletto sigue estando en la memoria en cada recuerdo.
No se ha marchado.
Puede que físicamente no esté al alcance.
Pero su vida transciende las circunstancias medibles.
Jeannette Rodríguez Corletto sigue viviendo, a su modo.
Y sigue siendo capaz de ser motivo de alegrías.
De sonrisas. De abrazos. Ella sigue estando.
A su forma.
Su ser sigue siendo.
Ha bastado con disfrutar de cuanto aportó.
Ha bastado con saberla entregada por entero a su quehacer.
Ha bastado saber que se trata de una mujer ejemplo.
En el trabajo.
En la familia.