Daño irreparable

El daño que le está haciendo Miguel Vargas Maldonado al Partido Revolucionario Dominicano es irreparable, fruto de la arrogancia y la prepotencia.  Jamás el PRD había sido dirigido de manera tan torpe, ni con tanta ignorancia política. Nadie sabe cuál es la táctica ni la estrategia del PRD. El partido marcha como  veleta en altamar, con  un capitán embriagado de un poder que aún no tiene porque no lo ha ganado, ni lo ganará. El PRD debería estar  listo para ganar por lo menos 20 senadores, más de cien diputados y más de cien alcaldías. Pero no será así. Y el único responsable será Miguel Vargas que ha impuesto candidatos impopulares, sin arraigo ni méritos partidarios. Miguel Vargas, que les quitó la candidatura a muchos que la ganaron para colocar a sus amigos, como si el PRD  fuera su empresa. Miguel Vargas, que patrocina y promueve, junto al presidente Leonel Fernández, el transfuguismo y la división del PRD.

Estamos ante un gobierno desacreditado… Un gobierno malo. Un partido como el PRD,   debería ganar mucho a poco las elecciones. Pero Miguel Vargas se ha empeñado en que el PRD pierda mucho a poco. Ya está bueno de silencios y de complicidades;  el PRD de hoy no es el que formó Peña Gómez. El PRD de Peña Gómez era un PRD aguerrido, listo siempre para el combate; pero el PRD de hoy es un PRD de hombres y mujeres temerosos; el viejo PRD enfrentó a Juan Bosch, incluso enfrentó al propio Peña Gómez. Pero una buena parte de esos  perredeístas, por miedo a perder un cargo o una nominación, no se atreven a enfrentar a Miguel Vargas. ¡Vergüenza debería darles! El PRD es más importante que cualquier cargo.

 Un partido grande, de sólidas raíces populares,  merece una  dirección sensata, más cerca de la gente,  que divida,  que respete las leyes internas y los organismos creados estatutariamente. El PRD no precisa de un dictador.  El PRD precisa de una dirección colegiada.  El liderazgo mesiánico desapareció. Por favor, que alguien se lo informe a Miguel Vargas para que no le siga haciendo daño al mil veces glorioso PRD, el partido del pueblo, el de la esperanza nacional, como dijera tantas veces Peña Gómez. Mientras tanto que se vayan preparando los perredeístas de verdad para salvar al PRD de la muerte, porque quedará gravemente herido después de las elecciones. Y la culpa será de Miguel Vargas y sus aliados. ¡De nadie más!