La política en la era del resentimiento
Pankaj Mishra es un ensayista y analista de origen indio que ha escrito un artículo con este mismo título en el libro “El gran retroceso: un debate internacional sobre el reto urgente de reconocer el rumbo de la democracia”.

Dos cosas me han impactado de estas lecturas de este texto que auspicia la reputada editorial Seix Barral y que está disponible en la Librería Cuesta:

El deterioro progresivo a nivel mundial de la llamada democracia representativa –sistema político que tanto criticó el profesor Juan Bosch— y la falta de alternativas viables para su mejoría: socialismo democrático; variantes del comunismo uni-partido, las llamadas gobernanzas con reyes, parlamentos y un primer ministro etc.

En el sentido de la arritmia histórica, nuestra democracia “nataguea” ahora, amenazada por la corrupción, la debilidad judicial e institucional y las presiones de una claque capitalista (exportadora e importadora) de voracidad sin control que juega al neoliberalismo de “rostro humano”.

El segundo aspecto que llama poderosamente la atención de esta lectura lo constituye la cantidad de “enemigos cordiales” que existen en las cúpulas de los partidos y en la dirigencia empresarial.

Con una oposición fragmentada y multiplicidad de organismos ( “altas cortes”) , los torneos electorales cuatrienales condicionan en circos mediáticos los piropos y los denuestos entre uno y otro grupo de actores que se reparten los beneficios de ser gobierno y al mismo tiempo de ser oposición…

Con una crudeza impactante el analista indio refiriéndose a la Sociedad norteamericana expresa: “Los terremotos políticos de nuestro tiempo —ya se trate del triunfo de Donald Trump, –depredador sexual y racista confeso…” ( Pág 211).. Más adelante con un estilo hiriente afirma: “Ricos y pobres unidos para votar por un mentiroso en serie y un evasor de impuestos han confirmado una vez más que los deseos humanos operan independientemente de la lógica del propio interés e incluso pueden resultar destructivos para dicha lógica.”.

El autor se pregunta : “¿hacia dónde va el mundo a partir de aquí?”.

Viendo el panorama dominicano y tomando las cosas que se dicen del presidente de los Estados Unidos, yo me pregunto:

¿A quién se le ocurren pedir un juicio político para un ser humano que aún mantiene más del 59 % de la apreciación popular que lo eligió con más de un 62% de los votos?

¿ Nadie ha apreciado la valentía del ejecutivo en permitir que la justicia formal enjuicie a sus hermanos con entera libertad para aplicar el debido proceso?

¿Por qué esta democracia selvática no sale de demandas por difamación e injurias en el seno de la partidocracia?

¿Por qué la indigencia intelectual se ha aposentado con poder en todos los espacios de gobernanzas y con recursos económicos de dudosa procedencia para comprar conciencias y son “respetados” por el clero, el empresariado, los partidos y la llamada “sociedad civil”.

Don Juan Bosch escribió algo patético cuando afirmó que “mientras más insegura sea la situación económica de una persona, más se inclinará a enfrentar los problemas mediante reacciones emocionales incontrolables”.