LA HABANA. (BBC Mundo).- El gobierno de Cuba hizo público el informe que presentará este año ante la Asamblea General de Naciones Unidas en contra del «bloqueo económico» de Estados Unidos a la isla, en el que destacan que el embargo no sólo impacta en la macroeconomía del país, sino que afecta todos los aspectos de la vida de los cubanos.
El canciller Bruno Rodríguez hizo un resumen del informe en conferencia de prensa en La Habana, dando ejemplos de cómo el embargo golpea a sectores como el de la salud o la educación.
A pesar de que esta semana el presidente de EE.UU., Barack Obama, ratificó por un año más las sanciones comerciales impuestas a Cuba en 1963, el ministro de Exteriores habló del mandatario estadounidense en términos elogiosos, aunque recalcó que éste podría hacer más para normalizar las relaciones con la isla.
Bruno Rodríguez recordó que el 29 de octubre del 2008 la resolución contra el «bloqueo económico, comercial y financiero» recibió en la ONU el apoyo de 185 naciones y afirmó que espera que la Asamblea General del organismo reafirme este año su rechazo a esta política de EE.UU.
Según informó el canciller cubano, el daño económico provocado por el embargo estadounidense asciende a US$96.000 millones, «cifra que llegaría a US$236.221 millones si el cálculo fuera realizado a los precios actuales del dólar».
Sin embargo, Rodríguez se refirió particularmente a los costos sociales, como los de la salud pública. Puso como ejemplo a los niños enfermos de leucemia que necesitan Erwinia L-asparaginasa, un medicamento que EE.UU. prohíbe vender a Cuba.
Sobre los efectos del embargo en el sector alimentario, el canciller puso como ejemplo a la empresa Alimport, que declara que en los últimos 12 meses tuvo pérdidas de US$154,9 millones derivadas de los obstáculos en las transacciones comerciales.
Rodríguez afirmó que con ese monto se podrían haber comprado «339.000 toneladas de trigo».
En el informe se mencionan también las dificultades para la utilización de internet, debido a que EE.UU. «prohíbe que Cuba acceda a los cables (telefónicos) submarinos y a las tecnologías que permitirían ampliar de modo significativo el ancho de banda».
Dialogo sí, gestos no
Grandes pancartas recuerdan a los cubanos los costos del bloqueo de EE.UU.
El ministro de Exteriores cubano recalcó que, bajo la óptica de su país, «la política de bloqueo es de carácter unilateral y debe ser levantada también de forma unilateral», y descartó que el gobierno de Cuba tenga que hacer algún tipo de «gesto».
Rodríguez hizo especial hincapié en que el bloqueo «priva a los estadounidenses de la libertad de viajar», que él entiende «es un derecho constitucional». Sin embargo, el canciller se negó a responder sobre las limitaciones que existen en Cuba para salir del país.
El titular de Exteriores reconoció que el presidente Obama no puede derogar la ley del embargo, pero sostuvo que «tiene amplias facultades para modificar la aplicación del bloqueo, mediante licencias o decisiones ejecutivas puede modificar decenas de sus regulaciones».
A pesar de todo, Rodríguez afirmó que «el presidente Obama se ha mostrado como un hombre bien intencionado, inteligente y como un político moderno», con el cual «Cuba ha mostrado su disposición a un diálogo en condición de iguales».
«Obama tiene la oportunidad histórica de usar sus facultades ejecutivas o de liderar la eliminación del bloqueo a Cuba», apuntó el canciller.
El presidente de EE.UU. renovó este lunes las sanciones comerciales impuestas a Cuba en 1963.
En un comunicado dado a conocer por la oficina de prensa de la Presidencia se establecía la necesidad de renovar las sanciones «en el interés nacional de Estados Unidos», dentro de la llamada Ley de Comercio con el Enemigo, una legislación que data de 1917 y en la que se fundamentó el embargo en 1963.
«Determino que la continuación durante un año del ejercicio de esa autoridad respecto a Cuba es de interés nacional», se lee en el comunicado de cuatro párrafos fechado el 11 de septiembre pero presentado este lunes, fecha límite para la renovación de las sanciones.