POR VERSION R.COMARAZAMY
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WASHINGTON. Post. En las últimas dos temporadas, contando esta, el otrora dirigente de los Nacionales, Manny Acta, nunca sentó a un jugador y no porque careciera de oportunidades. Esta temporada, el torpedero Cristian Guzmán no corrió detrás de bolas que le rebotaron de sus pies, Elijah Dukes se hizo outs impensables en las bases, y Lastings Milledge falló en jugadas en el bosque y rehusó ser paciente en el plato.
La más abierta crítica a un jugador, irónicamente, vino en el que terminó siendo penúltimo juego de la temporada y en su victoria final. Adam Dunn, en una paliza 13-2, falló la segunda base tratando de anotar desde primera con un doble de Josh Bard. Eso resultó en un out que anuló el hit de Bard. Simplemente increíble, dijo Acta después del partido. Inexcusable. Esas bases, nunca las han movido de ahí en 100 años. Algunos jugadores admitieron que un dirigente que carece de intensidad para castigar a un jugador todavía puede ser un buen dirigente. Acta, dijeron los jugadores, probablemente lo será.
El Nacional
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