República Dominicana se encuentra entre el grupo de países de la región de América Latina y el Caribe que pese a la existencia de un entorno internacional convulsionado han logrado mantener niveles de crecimiento sostenido, de acuerdo a dos de los principales técnicos del Banco Central.
Los otros países de la región que han logrado mantener el dinamismo y la fortaleza de sus fundamentos macroeconómicos son además de República Dominicana, Panamá, Paraguay, Perú, Chile y Colombia.
El planteamiento es realizado por los técnicos del Banco Central Julio Andújar Scheker, director de Programación Monetaria y Estudios Económicos y Joel González Pantaleón, consultor económico del mismo departamento del BC, en el documento La economía dominicana ante un entorno internacional cambian.
En el mismo citan un planteamiento de Cristine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, que planteó en la reunión de otoño del FMI y el Banco Mundial, realizada en Bali, Indonesia, que “habrá una diferenciación entre aquellos países que implementan una mezcla de políticas apropiadas y muestran disciplina en el manejo de sus economías y esos otros que, o bien no han hecho la tarea o apenas comienzan a realizarla”.
Tres grupos
Citan los economistas del BC que no obstante, el cambio drástico del panorama de crecimiento de AL oculta un comportamiento económico heterogéneo a lo interno de los países, “más indicativo de qué tan preparadas se encuentran las economías de la región para enfrentar el nuevo escenario externo”.
En ese sentido, precisan que las economías de América Latina podrían agruparse en tres grandes grupos de acuerdo a su dinamismo actual y a la fortaleza de sus fundamentos macroeconómicos.
El primer grupo, conformado por Venezuela, Argentina y Nicaragua, comprende las economías más vulnerables. Se trata de países que se encuentran en recesión y enfrentan grandes desequilibrios macroeconómicos, conflictos sociales y pérdida de confianza en sus políticas económicas.
Un segundo grupo de economías que crece, pero muy por debajo de sus capacidades potenciales y que además cuenta con un espacio limitado para aplicar políticas expansivas, incluiría economías de gran tamaño como Brasil y México, países andinos exportadores de commodities como Ecuador, y economías pequeñas con restricciones fiscales evidentes como Costa Rica y Uruguay.
El tercer grupo de países incluye aquellas economías latinoamericanas donde la actividad productiva se ha dinamizado, sustentada en políticas adecuadas y fundamentos macroeconómicos fuertes.
Esos países que exhiben un manejo razonable de sus finanzas públicas y sus cuentas externas y que, según el FMI liderarían el crecimiento económico de la región durante el presente año, son: República Dominicana (6.4%), Panamá (4.6%), Paraguay (4.4%), Perú (4.1%), Chile (4.0%) y Colombia (4.0%).
Razones en RD
De acuerdo con los expertos, la principal razón por la que República Dominicana (RD) se encuentra entre las economías mejor preparadas para afrontar un escabroso escenario internacional es porque durante años se hizo una tarea gradual, pero sostenida, de fortalecer sus fundamentos macroeconómicos.
“Gracias a una mezcla de políticas que incluye la adopción de metas de inflación por parte del Banco Central en el año 2012 y la implementación de una consolidación fiscal por el Gobierno a partir de 2013, RD logró resolver un problema serio de déficits gemelos, es decir, de elevados déficits de cuenta corriente y fiscal que limitaban los espacios de política para acomodar choques externos”, indicaron Andújar y González.
Específicamente, citan en el caso de las cuentas externas, medidas monetarias adoptadas bajo la nueva estrategia de política del Banco Central (BCRD) que contribuyeron a reducir los diferenciales de inflación con Estados Unidos, creando las condiciones para un tipo de cambio real más competitivo.
“La depreciación real, junto a menores precios del petróleo, fue uno de los factores que permitió reducir el déficit de cuenta corriente de 7.5% del PIB al iniciar la presente década a -0.2% del PIB en 2017”, indicaron.
Mientras que por el lado de las finanzas públicas, el Gobierno inició un proceso de consolidación fiscal con el objetivo de reducir el déficit del Sector Público No Financiero (SPNF) que había alcanzado 6.9% del PIB al cierre de 2012.
UN APUNTE
Medidas
El país adoptó una serie de medidas de racionalización del gasto que, combinadas con la aprobación de una reforma tributaria en el año 2013 permitieron, en un entorno de recuperación económica, reducir el déficit a un valor en torno a 3.0% del PIB en 2017.