La directora ejecutiva de la Asociación de Trabajadoras Sexuales denunció que los agentes de la Policía se han convertido en los principales violadores de las trabajadoras sexuales porque las obligan a tener relaciones con ellos y no les pagan. Jacqueline Montero también expresó que existen propietarios de centros de diversión que contratan mujeres de distintas localidades del país y las someten a explotación sexual dentro y fuera del territorio nacional. Explicó que los policías despojan a las trabajadoras sexuales del dinero que han conseguido en la calle y cuando se presentan a un destacamento a hacer la denuncia no les hacen caso.
Otras están obligadas a pagarles a los policías para permitirles operar en determinadas esquinas.
También denunció que muchos propietarios de establecimientos de diversión traen mujeres de los campos y las obligan a tener una cantidad determinada de relaciones sexuelas a diario, inclusive hasta cuando están en su período menstrual.
La directora ejecutiva de la Asociación de Trabajadoras Sexuales habló antes del inicio del Octavo Congreso de las Trabajadora Sexuales que se desarrolla en el Instituto Nacional de Formación Agraria (Infis), en la avenida 30 de Mayo, Distrito Nacional.
Mientras que Marina Torres, presidenta del Movimiento de Mujeres Unidas (Modemu); Carmen Lorenzo, tesorera; y Miriam González, miembro, educan a la mayoría de las mujeres que ejercen el trabajo sexual en República Dominicana que residen o provienen de sectores marginados del Gran Santo Domingo, Haina y de San Cristóbal, según afirmó esa entidad.
En este último año las casas de cita y los centros de masajes, que son atendidos en un alto porcentaje por estudiantes universitarias, fueron desplazados por los llamados drinks y colmadones, como los principales centros laborales de las trabajadoras sexuales.
La presidenta de Modemu, Marina Torres, precisó que a estos últimos establecimientos acuden mayormente los hombres de clase media, los cuales ofrecen dinero a las trabajadoras sexuales a cambio de placer o favores sexuales.
La señora Torres comentó que los de escasos recursos económicos o de clase baja procuran estos servicios en la autopista 30 de Mayo, en la avenida Duarte, La Feria y entre otras zonas de Santo Domingo.
En cambio, la presidenta de Modemu señaló que los de alto poder adquisitivo o los denominados cuellos blancos como destacados empresarios, políticos y hasta altos jefes militares acuden a satisfacer sus apetitos sexuales a lugares muy discretos de Boca Chica y otras localidades de la región Este.
Torres se mostró alarmada porque muchas de sus compañeras son objeto de graves agresiones de todo tipo, no sólo por los clientes sino también por parte de agentes policiales, dueños y administradores de muchos de los establecimientos donde laboran.