La diputada por San José de Ocoa sostuvo que el proyecto de ley que busca crear zonas rosas o de tolerancia del trabajo sexual, persigue prevenir las enfermedades de transmisión sexual y coloca al Estado en la posición de tomar medidas de control.
La diputada perredeista Esther Mirelys Minyety, explicó a El Nacional que no se pretende ofender a las mujeres que ejercen el trabajo sexual ni discriminarlas ni estigmatizarlas.
La congresista dice que el proyecto contempla también poner controles en clubes nocturnos ubicados en calles aledañas a lugares que tienen carácter histórico cultural, donde a diario se colocan mujeres para que los clientes las aborden y contraten sus servicios y que compromete a las instituciones estatales que deben establecer políticas que propicien la reinserción en el plano laboral social y familiar de las mujeres que se dedican a la prostitución en el país.
El proyecto de la autoría de la diputada Minyety, tiene el respaldo de los diputados Juan José Morales Cisneros y Eugenio María Méndez.
Sociedad inclusiva
Jacqueline Montero, del Movimiento de Mujeres Unidas (Modemu), que agrupa a trabajadoras sexuales, reiteró que la propuesta implica una violación de los derechos humanos, es hipócrita y no toca a fondo el problema, tratando de aislarlo para que a los ojos de la sociedad no sea visto, como si su visibilidad fuera el problema.
Lo que deseamos es respeto. No queremos que nos toleren. Aspiramos a un Estado que asuma la responsabilidad de dotar de medios de vida dignos a cada miembro de la comunidad y que enfoque los problemas con una visión respetuosa y realista, dijo Montero.
Dijo que ha habido muchas formas de intentar segregar a las trabajadoras sexuales: el carné de salud, el censo de trabajadoras sexuales, los bombillos de colores, la rama en la puerta, la ropa distintiva pero que lo cierto es que el trabajo sexual en República Dominicana es muy diverso, con muchas modalidades e imposible de regular desde el punto de vista de burocrático.
Montero sostiene que el trabajo sexual en el país está presente en toda la sociedad: desde los colmadones, las chicas beeper, las chicas de las carreteras y avenidas.
El propósito
En uno de sus considerandos, la pieza plantea que el Estado debe afianzar sus esfuerzos para que esas mujeres no continúen causando incomodidad a la familia dominicana .