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Duarte abusos con su imagen

Duarte abusos con su imagen

SANTO DOMINGO.- Si algo de bueno ha tenido el “affaire” en torno al busto de Juan Pablo Duarte en la Plaza de la Bandera, es que puede sentar un precedente para que finalice el abuso que en nombre de la libertad de interpretación artística se ha cometido con el patricio.
El busto de Duarte en la Plaza de la Bandera es uno más de muchos otros errores. Fue creado por el artista plástico Rigoberto Carrasco Almonte, con una distorsión exagerada de su imagen, respecto de la cual solo queda el camino de retirarlo y volver a iniciar el proceso para instalar allí una obra con supervisión de quien puede hacerlo por ley, el Instituto Duartiano.
Nadie duda de la buena fe de los altos mandos militares en cuanto a honrar la memoria de los Padres de la Patria, pero el proceder con los bustos no ha sido el adecuado y enmendar ese camino es la mejor salida.
Los defectos
El busto adolece de un gigantismo que rompe las proporciones y las escalas, interpreta un nivel de vejez y agotamiento que no corresponde al Duarte inspirador de la nacionalidad dominicana, tiene un pedestal en una proporción exagerada, lo que distrae respecto de la imagen del patricio y resta espacio al lugar, dañando la museografía procurada y dando una sensación de escasez de espacio al viandante, todo en medio de una isleta enmarcada por vías de alto transito. Esos son sus fallos.
¿Quién autoriza?
El Instituto Duartiano, contrario a lo que se ha explicado sobre un sistema de consultas previo durante 15 meses, antes de proceder a hacer el busto, ha declarado que nunca fue consultado, por lo que la obra instalada no cuenta con su autorización.
La Ley 127-10 dice en su “Artículo 2: Los retratos, estatuas y otras imágenes de Juan Pablo Duarte, para uso de monumentos públicos, oficinas nacionales y municipales, escuelas, billetes de banco, sellos de correos, cuadernos, publicaciones oficiales o privadas, deberán ser previamente autorizados por el Instituto Duartiano”.
El párrafo accesorio de este artículo dice que “para ejercer estas funciones de examen y aprobación, el Instituto Duartiano: a) hará las necesarias comparaciones con los retratos básicos de Duarte; b) Apreciará la fidelidad fisonómica y la calidad estética de la obra, tomando en consideración la libertad creadora del artista y c) podrá hacerse asesorar por historiadores y artistas y valerse de cuantos medios sean útiles a su fiel desempeño”.
La imagen correcta
Hay una fuente en la que se puede inspirar cualquier obra basada en Duarte, de acuerdo con la Ley 550 del 16 de marzo de 1970: la fotografía en el sistema de daguerrotipo, hecha al prócer en Caracas, Venezuela, en 1873 por el fotógrafo Próspero Rey, cuando Duarte tenía 63 años, antes de su fallecimiento el 15 de julio de 1876. Esa fotografía fue traída en 1884 por Prudencio Diez, hermano de doña Manuela Diez y esta depositada en el Archivo General de la Nación.

Otras fuentes
Otras fuentes que se tienen como confiables de la imagen de Duarte son el óleo pintado por Alejandro Bonilla en 1887 que lo representa en la época de la Independencia y que fue autorizada por parientes de Duarte en esa época.
Hay una tercera obra sobre Duarte que se considera por el uso, también válida, pintada en 1890 por el gran Abelardo Rodríguez Urdaneta, pero no está recomendada por la ley 550.
Miguel Núñez
Un artista que ha trabajado cuadros de Duarte al óleo es Miguel Núñez, creando buena parte de los óleos que hoy exhiben la imagen de Duarte en residencias, oficinas públicas y privadas.
Juan Gilberto
Otra fuente que ha acertado con la imagen de Duarte, como joven, adulto y persona entrada en edad, es el taller de la Fundación Luces & Sombras, del artista Juan Gilberto Núñez, que ha creado una iconografía de toda la familia Duarte, incluyendo la etapa de juventud, y que se exhibe en el Museo de Cera Juan Pablo Duarte, en el Instituto Duartiano.
En ese museo hay decenas de cuadros y estatuas, realizados en base al estudio de cómo fue Duarte, partiendo de la foto-daguerrotipo de Próspero Rey y realizando estudios de geocorporalidad que han permitido un acercamiento a la imagen del patricio, sus compañeros de lucha y su familia.
La colección de óleos que representan en el Museo de Cera a la familia Duarte y Diez y los trinitarios, expuesta en el auditorio y las salas de recepción de la instalación, han impactado al público, sobre todo escolar, que acude allí como parte de las visitas docentes.


Escándalos invisibles
En el país se verifican otros hechos bochornosos en relación con la imagen de Duarte, pero como ocurren fuera del foco mediático de las ciudades, nadie se da cuenta.
Es así como se montan bustos de Duarte en determinados puntos alejados de la capital, como Pedernales o Montecristi, lugares en que se han emplazado bustos del patricio que son una vergüenza.
Se trata de obras que intentan representar a Juan Pablo Duarte pero que igualmente hierran en el intento.
Esos dos bustos instalados con la mejor buena intención por el Ejército de República Dominicana no habrían pasado la supervisión del Instituto Duartiano debido a la distorsión que se verifica en los rasgos faciales, el pelo, la corporalidad en general, las proporciones y el vestuario.
Otro hecho bochornoso, en relación con Juan Pablo Duarte fue el atentado que sufrió una estatua del patricio de tamaño heroico, once metros de altura, subida al hombro al Pico Duarte.
Con esa la instalación de esa estatua la Fundación Luces & Sombras, en marzo de 2015 buscaba elevar la convocatoria patriótica a que llamaba, hasta ese momento, el busto de bronce de José Ramón Rosellini, (muy bien realizado) e instalado allí en 1984 a instancias y patrocinio del Instituto Duartiano y la empresa dominicana Barceló que eligieron en el punto más alto de los 3,087 metros sobre el nivel del mar, de la elevación montañosa más alta de todo el Caribe.
“En abril de 2017 y en un hecho sin precedentes en la historia de la delincuencia, desconocidos arrancaron la estatua de Duarte de su base y la lanzaron al vacío, lanzada como algo inservible, lastima el alma de cualquiera que sienta algo por la República Dominicana y su historia”, dijo entonces Carolina Vassallo directora general de la Fundación Luces & Sombas.
Nadie se responsabilizó del destronamiento de la estatua, que fue subida por una docena de hombres bajo la dirección de Juan Gilberto Núñez. La acción nunca tuvo ninguna consecuencia en la justicia ni nadie se ha responsabilizado de la acción.
El parque nacional en que se encuentra está bajo control del Ministerio de Medio Ambiente.

Un Apunte

Excesos
Muchos pintores han caído en extremos inconcebibles al pintar un Duarte joven, de ojos verdes, cabello castaño o francamente rubio, partido a la derecha, nariz aguileña y el bigote como se utilizaba en su época, a lo que han añadido esbeltez al extremo de estrecha cintura, con cabello largo y canoso, ojos café o azules (de acuerdo con el gusto étnico de cada quien), mejillas llenas, rosaditas y ovaladas, en contraste con el del rostro hundido y huesudo que históricamente se dice que tuvo en la época adulta y mayor de su existencia.

El Nacional

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