Opinión

E Pluribus Unum “Voluntarios para construir la nación”

E Pluribus Unum “Voluntarios para construir la nación”

El Centro Franklin, la Sección de Asuntos Públicos de la Embajada de los Estados Unidos en Santo Domingo, toma su nombre de Benjamín Franklin, el primer diplomático estadounidense y el hombre que fundó, en el año 1736, el primer departamento de bomberos voluntarios de las colonias británicas.  Más adelante, cuando las colonias lograron su independencia y se convirtieron en nación, otros padres de la Patria – George Washington, Thomas Jefferson, Samuel Adams, John Hancock, Alexander Hamilton – también fueron bomberos voluntarios.  Todos creían con firmeza  en que la comunidad tenía un compromiso en velar por el bien común.

Bien sea como bomberos o recaudando fondos, enseñando o respondiendo ante los desastres naturales, el espíritu del voluntarismo en los Estados Unidos ha continuado siendo a través de los siglos la columna de nuestro sistema de valores.  Los jóvenes, jóvenes adultos, profesionales y los de la tercera edad pueden encontrar un lugar donde puedan contribuir o devolverle a la sociedad en la que se desenvuelven.  Es una manera de compartir las herramientas especializadas que poseen, y desarrollar el sentido del orgullo en las responsabilidades ciudadanas.  Algunos voluntarios juegan un papel en la seguridad de sus barrios, a través de los comités de vigilancia comunitaria.  Otros fomentan el entendimiento mutuo entre las generaciones, u ofrecen apoyo adicional a los jóvenes en riesgo.  En el 2011, según Voluntarismo en América, los estadounidenses donaron más de 8 mil millones de horas como voluntarios. 

Durante este mismo periodo, más de una cuarta parte de la población adulta de los Estados Unidos invirtió su tiempo para contribuir a hacer la diferencia en el presente y futuro del país.  En la página electrónica “UnitedWeServe” (traducción no oficial: “Unidos Servimos”) aparece un mensaje del Presidente Barack Obama donde le recuerda a las personas que visitan la página que pueden trabajar y contribuir con su comunidad siendo voluntarios: “La nueva fundación de los Estados Unidos se construirá una comunidad a la vez – y empieza con usted”.

Siempre he creído que la construcción de la nación lleva consigo responsabilidades individuales.  Cada uno de nosotros tiene algo que dar, y el resultado colectivo de nuestras acciones individuales contribuye a la formación de un país que es un mejor lugar para todos.  Es por esto que a mediados de mi carrera profesional me convertí en un activista comprometido con la llamada “regla del cinco por ciento”. Como presidente de una coalición de importantes organizaciones nacionales de voluntarios, conocida como el Sector Independiente, yo cabildeé para que los estadounidenses donaran el cinco por ciento de sus ingresos y, más importante aún, cinco horas por semana a esfuerzos sin fines de lucro.

El creer en la importancia de dar motiva las iniciativas de responsabilidad social de las empresas estadounidenses que buscan nivelar los beneficios empresariales para tener un impacto positivo en la sociedad.  Y, a nivel de las bases, fue ese espíritu lo que movilizó a los grupos voluntarios que prepararon 80,000 emparedados de queso para sostener a la multitud que asistió a la histórica “Marcha sobre Washington”, en el 1963, donde Martin Luther King pronunció su discurso “Yo tengo un sueño”.Y fue lo que a mí me motivó a ser voluntario en el centro de primeros auxilios.

Desde los primeros grupos del Cuerpo de Paz que llegaron a Tanganica (la antigua Tanzania) y a Ghana, en el 1961 durante la Administración del Presidente John F. Kennedy, quienes trabajarían a favor de la paz y el desarrollo, hasta la consolidación, en el 1994, por el Presidente Bill Clinton de dos programas de servicio dirigidas a comunidades domésticas bajo la sombrilla de AmeriCorps. Los presidentes estadounidenses han mantenido el espíritu del voluntarismo vivo a través de mecanismos institucionales. Este año, en que el Cuerpo de Paz celebró su quincuagésimo aniversario en la República Dominicana, se recordó a los más de 4,220 voluntarios y a unas 200,000 vidas dominicanas a quienes, desde 1962, han tocado los voluntarios en las comunidades más diversas y remotas del país.

Al juramentar la primera clase de 20,000 miembros de AmeriCorp, el Presidente Clinton les pidió que consideraran lo siguiente: “¿Qué es lo correcto? ¿Qué es lo incorrecto? ¿Y qué vamos a hacer al respecto”?  El voluntarismo es lo mejor de la democracia cívica.

El Nacional

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