Opinión

ECO-LÓGICAS

ECO-LÓGICAS

Gestión y ambiente
La gestión del ambiente se realiza por lo general de forma espontánea cuando el mismo entorno se regenera solo; basado en esta premisa la gestión puede reducirse a simplemente mirar el ecosistema y notaremos con sorpresa que se recupera y aparentemente todo ha sido normal: dato falso de toda falsedad, pues los ecosistemas cuando son alterados de forma artificial el daño generado no se recupera de forma total, eso mismo sucede con los ecosistemas costeros y marinos y de la misma manera los ecosistemas montañosos.

Cuando un ecosistema es alterado por la construcción su recuperación tarda años y la mayor parte de las veces cuando logra hacerlo recibe un cambio total en los elementos bióticos y abióticos que antes lo conformaban. Cuando usted  altera el sistema de pleamar alterará no sólo el espacio geográfico, sino todo el ecosistema vegetal y animal que tiene allí su espacio de vida, el mismo factor de tensión que sufre el ecosistema sufrirá todo el entorno que lo limita.

Para muchos, conservar consiste en sembrar una cierta cantidad de plantas y con sólo esto ya consideran que han contribuido con la conservación; otros consideran que nada debe ser tocado para que se mantenga de forma prístina. Graves errores; pues los ecosistemas tienden a acumular fuerzas tan poderosas que aún no han sido entendidas en toda su magnitud por los conservacionistas. Estos errores se pagan más tarde que temprano.

La verdadera gestión no es crear un plan de manejo de cualquier área en específico, la realidad de la gestión consiste en “muestrear” cada espacio en determinados números de veces por año y los cambios que se han operado durante ese espacio de tiempo. El muestreo es lo que nos dice en verdad cuáles factores están o han cambiado. Por ejemplo, el índice de luminosidad ha sido alterado por un incendio, el sistema de erosión ha sido distinto este año que el anterior. Si se dan siquiera esos dos factores nos encontramos con un potencial desastre. Ejemplo, el caso de Jimaní y su cantidad de desgracias personales.

Se hace verdadera gestión ambiental cuando se estudia no sólo un espacio protegido, sino también cuando somos capaces de intervenir en un proceso de acumulación de agua que crece sin justificación aparente. Esa realidad puede estar ocurriendo en el Sur, en especial con el lago Enriquillo. En la recepción de aguas, las alternativas esenciales pueden estar muy lejos de la estructura de un canal, podrían estar en fenómenos climáticos variables y que ahora han vuelto a su ciclo natural cubriendo de agua todo el espacio que anteriormente cubría. Volveremos.

demetriocastillo@gmail.com

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