Mas que cambio climático
Cuando en su escrito el ex primer ministro cubano calificó el dato de que solamente 30 países de la Unión Europea consumen el 80% del combustible que se produce nos vamos dando cuenta el porque tantos ciudadanos emigran dejando sus tierras a esos países.
Pero por demás debemos volver a citar al antiguo ministro cuando cita algo conocido por todo estudioso de las ciencias ambientales Estados Unidos con menos del 5% de la población mundial emite el 25% del dióxido de carbono mundial. Para dejarnos clara una idea de la lucha que se sostiene por debajo de la mesa de Dinamarca los datos aunque peligrosos son también dignos de mención pues la lucha sobre ecologismo, ambientalismo y capitalismo cae de por sí en una lucha que debemos plantear por su nombre y es Sobrevivencia Humana.
Cuando se menciona que sólo un ciudadano de cualquier país desarrollado es capaz de consumir un promedio superior al 95% de consumo de otro ciudadano ubicado en el mal llamado tercer mundo, la todos sabemos lo que significa para el establecimiento político el consumo de ese ciudadano desarrollado en cuanto a la economía de esos países en relación con otros emergentes y en vías de industrialización, cuando la realidad de dicha industrialización se basa en el papel denominado propiedad intelectual que desde hace años nos plasta a todos por igual, incuso con productos clonados sacados con anuencias de países como el nuestro para la industria farmacéutica y otros tipos de industrias para ser vendido como denominación de orinen, de ellos aun siendo la materia prima usada de origen diferente genéticamente.
Conocemos de muchos casos que esas patentes y esas denominaciones de origen no parten del solicitante de esa propiedad intelectual ya que fue robada a otra nación emergente y catalogada, después de clonarla, como de otra nación.
En muchos casos robadas por los grupos llamados de ayuda al desarrollo de esos países llamados del tercer mundo.
Con el denominado Protocolo de Kyoto, en Japón, se inicia una nueva etapa de lucha entre diferentes grupos políticos que desean mantener posiciones acordes con sus intereses económicos, en algunos casos y en otros sostener un espacio de crítica a los emergentes sistemas económicos calificados como populistas por otros sectores de la vida internacional.
No hay lugar para sostener una posición científica en estos espacios que arropan la opinión pública internacional.
Los que han estudiado el asunto climático y demostrado con sus estudios, que dicho sea de paso llevan más de 50 años haciéndolo no tienen posición virtual en esta lucha ya que con simplemente pagar a apuntadores de teatro las posiciones científicas caen en un vacío inmenso en la contradicción internacional que sobre el cambio climático se coloca sobre la mesa del debate a conveniencia de actores.
*El Autor es PHD en Análisis y Gestión de Ecosistemas y Estudios Ambientales.