Editorial

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Puro chantaje.-

El consorcio liderado por Odebrecht, que construye la central termoeléctrica Punta Catalina, ha requerido a la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) 708 millones de dólares adicionales a los US$1,945 millones previamente contratados, como condición para concluir la obra.

Se trata de un requerimiento inaceptable, como lo ha señalado el vicepresidente ejecutivo de la CDEEE, Rubén Jiménez Bichara, quien ha adelantado que el Gobierno se acoge al contrato original, por lo que no otorgará ni un centavo más.

Odebrecht alega que para cumplir con el cronograma de construcción y posible ampliación de los plazos de terminación, requiere de 546.6 millones de dólares adicionales, y para afrontar modificaciones no previstas en el proyecto, US$165.6 millones.

El contrato para la construcción de esa central termoeléctrica implica que el consorcio Odebrecht-Tecnimont-Estrella asumiría los riesgos o imprevistos, por lo que no procede que los contratistas reclamen ahora una partida adicional.

Es extraño que ese requerimiento se invoque cuando ya la obra lleva un 99% en lo referido a ingeniería, un 98% en equipamiento y un 55% en construcción, lo que hace pensar que podría existir la intención de paralizar el proyecto en su etapa de culminación.

Afectada por un descalabro reputacional, Odebrecht se embarca en una aventura en perjuicio del Gobierno dominicano que le ha ofrecido vía expedita para que concluya esa central termoeléctrica, a pesar de la tormenta de reclamos para que sea despojada del contrato de construcción bajo el alegato de que violó leyes penales y normativas referidas a prácticas leales empresariales.

El Gobierno, que ya ha invertido US$1,614 millones y que asegura que cubrirá los costos adicionales de manera oportuna, no puede ceder bajo ninguna circunstancia a un requerimiento absurdo, que perfectamente puede ser interpretado como puro chantaje.

El Nacional

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