Editorial

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Derivados del petróleo.-

Por tercera semana consecutiva los precios de los combustibles experimentan alzas, lo que sin dudas se reflejará en aumentos de precios en el transporte de carga y pasajeros y de la mayoría de los productos y servicios básicos.

Las perspectivas son las de que el petróleo mantendría su tendencia alcista hasta colocarse sobre la franja de los 60 dólares el barril, por lo que el Gobierno debería explorar la posibilidad de aplicar medidas de contingencia a los fines de evitar que esos aumentos impacten sobre el índice general de precios.

La comercialización de la gasolina, gasoil y gas para cocinar influyen de manera directa sobre los costos de producción de artículos de origen industrial y agropecuario, así como en el costo del transporte interno de mercadería importada.

La Federación Nacional de Transporte Dominicano (Fenatrado) adelantó que planteará un incremento en los precios de fletes, como consecuencia del alza recurrente en los derivados del petróleo, especialmente el gasoil, en tanto que operadores del transporte de pasajeros anunciaron un aumento de cinco pesos en el precio del pasaje.

La meta de inflación del Banco Central para este año y 2018 sería de 4%, lo que se incrementaría notablemente si el precio del barril de petróleo continúa en ascenso, más aún porque la mayor parte de las importaciones dominicanas son de combustibles procesados.

No es mucho lo que puede hacerse para contener los efectos inflacionarios causados por un factor externo a la economía, pero se requiere que por vía de medidas de políticas financieras o monetarias se produzca al menos un alivio.

La progresiva degradación en el valor de la moneda y del ingreso no es buen augurio para la economía en su conjunto, toda vez que el control de inflación, hoy en peligro, ha representado por años la mejor carta de presentación de las autoridades monetarias.

Resulta válido cruzar los dedos para que el barril de petróleo no continúe su tendencia alcista, pero hace falta también que el Gobierno, Banco Central y Junta Monetaria pongan atención a ese problema que de continuar tendría repercusiones muy negativas.

El Nacional

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