Editorial

Editorial: A partir de mañana

Editorial: A partir de mañana

El presidente Danilo Medina ha convocado este lunes en el Palacio Nacional la primera sesión del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) para iniciar el proceso de selección de jueces de las altas cortes en sustitución de magistrados que han concluido el periodo de sus funciones, arribado al límite de edad, por enfermedad o renuncia.

Serán sustituidos o confirmados los jueces del Tribunal Superior Electoral (TSE) y reemplazado el renunciante primer vicepresidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), doctor Julio César Castaños Guzmán. A finales de este año, el organismo designará o ratificará a 18 jueces de la SCJ y del Tribunal Constitucional (TC).

La escogencia o ratificación de jueces de las altas cortes se define como uno de los más trascendentes mandatos insertos en la Constitución Política del Estado, porque la propia consolidación democrática depende en gran medida de la pulcritud y transparencia de ese proceso.

La composición del Consejo de la Magistratura, de seis miembros afines al partido oficial y dos a la oposición, se deriva de los resultados electorales de mayo último, y de falencias que aún permean el ordenamiento jurídico de la nación, pero debe subrayarse que sus decisiones son tan legítimas como legales.

En el ánimo de la sociedad prevalece la errada percepción de que las baterías de la linterna de Diógenes se han agotado y que, por consiguiente, resulta muy difícil localizar a ciudadanos probos, con pulcro currículo profesional y elevada vocación de servicio para desempeñar la delicada posición de juez.

Por ventura, la oferta de abogados en capacidad académica, experiencia profesional y hoja de vida decente y transparente, es muy superior al número de magistrados que se requiere reemplazar en las altas cortes.

Para cumplir con el elevado cometido de escoger jueces moralmente sanos, el CNM está compelido a respetar el mandato de la Constitución de la República, sin que la mayoría pretenda avasallar el anhelo colectivo de consolidar el principio de la separación e independencia de los poderes del Estado.

El presidente Danilo Medina, en su rol de titular del Consejo Nacional de la Magistratura, tiene un sagrado compromiso con la historia y con la democracia: conducir un proceso de escogencia o ratificación de jueces, absolutamente transparente. Los ojos de la sociedad estarán sobre su rostro.

El Nacional

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