Opinión

EDITORIALES DE FELICITACION POR LOS 52 AÑOS DE EL NACIONA

Listín Diario

52 años de duras batallas

La suya es una historia de muchas batallas ganadas en su rabiosa defensa de los mejores intereses dominicanos. Desde que salió a la luz pública, en medio de las ruinas dejadas por la guerra y la intervención militar de 1965, El Nacional de ¡Ahora! se convirtió desde entonces en un excelente soporte del proceso de recuperación y vida democrática del país.

Con razón ostentó, y se le reconoció, su condición de “La voz de todos”, porque en sus páginas se recogían todas las expresiones de una sociedad dividida, con las heridas abiertas por la confrontación, y se alentaban las necesarias iniciativas que pretendían reencauzar a la nación por un derrotero de paz y estabilidad más permanente.

En efecto, en estos 52 años El Nacional ha sentido las consecuencias de su valiente línea editorial e informativa, al no dejarse doblegar ni por las presiones ni por los ataques directos que, en un momento dado, sufrieron sus instalaciones o sus propios reporteros.

Al ser un periódico vespertino, que venía a llamar un vacío de información en nuestras tardes en una época en que la comunicación social no estaba tan democratizada como ahora, El Nacional se convirtió en un producto apetecido por los lectores porque sus formas de presentación y titulación de las noticias rompían los rígidos esquemas del periodismo tradicional.

En esta ocasión, nos sumamos al regocijo que embarga a todos los que hacen cada día El Nacional, en especial a su director, Bolívar Díaz Gómez, y al presidente del Grupo de Comunicaciones Corripio, don José L. Corripio Estrada (Pepín) y a todos los miembros de la Redacción y las áreas administrativas, deseándoles que sigan cosechando más éxitos profesionales.

Hoy

El Nacional, una institución del país

Más que un periódico, El Nacional es una institución de la nación dominicana. Inaugura la prensa vespertina moderna y hace escuela con la práctica del periodismo de análisis y contextualizado. Desde su nacimiento, el 11 de septiembre de 1966, se convirtió en el más exigente, persistente y audaz defensor de los Derechos Humanos de los ciudadanos y ciudadanas. Nunca ha renunciado a esta bandera, ni siquiera en aquellos días difíciles y cuasi dictatoriales que siguieron a los primeros años de su aparición. Por eso, celebrar hoy los 52 años del nacimiento de esta fortaleza del periodismo dominicano es una ocasión para el regocijo, para la alegría democrática y para aplaudir el valor que tiene en una sociedad la libertad de prensa.

Quien quiera asomarse a la historia de los Derechos Humanos en la República Dominicana post Trujillo, sobre todo después de la Guerra de Abril de 1965, tiene, necesariamente, que ir a las páginas del vespertino El Nacional. Allí encontrará el desvelo, la sensibilidad, la acuciosidad de sus reporteros, los análisis oportunos y los vibrantes, inteligentes y valientes editoriales de su director-fundador, el eximio poeta Freddy Gatón Arce.

Hay que decir que ante los desmanes del poder que nos gobernó entre 1966 y 1978, El Nacional hizo el papel del necesario contrapoder político que llevó ciertos niveles de equilibrio a la sociedad de entonces, levantando un muro de contención ante la violencia, las muertes, las desapariciones, los encarcelamientos arbitrarios y la purga que desde el Norte imperial se dirigió contra revolucionarios de izquierda.

La sociedad dominicana ha tenido en El Nacional, desde su fundación, un acompañante en el desarrollo del zigzagueante y lento proceso democrático. Sus directores, Freddy Gatón Arce, Rafael Molina Morillo, Mario Alvarez Dugan, Radhamés V. Gómez Pepín, y en estos tiempos Bolívar Díaz Gómez, han sabido, con su vocación de trabajo y su inteligencia periodística, mantenerlo en las líneas de sus propósitos iniciales.

Su propietario, el empresario José L. Corripio Estrada, ha velado siempre para que El Nacional siga siendo el diario que nació y se ha mantenido como un defensor acérrimo de los Derechos Humanos de los dominicanos y como baluarte de la democracia.

Saludamos, pues a ese gran diario y a todos los que ofrendan inteligencia, recursos económicos y gestión administrativa para hacerlo posible cada día.

El Dia

El 52 aniversario  de El Nacional

Aniversario coincidió con tres acontecimientos capitales que reseñaron sus páginas. El 11 de septiembre de 1973 ocurrió el golpe de Estado en Chile, perpetrado por el general Augusto Pinochet. Ese hecho termina con el gobierno y la vida del presidente Salvador Allende y origina una cruenta dictadura que se mantendrá en el país por un periodo de 17 años.

En un segundo hecho, pero en 1991, el vespertino da cuenta de que la Unión Soviética retiró sus tropas de Cuba, calculadas en 11 mil soldados. También El Nacional recogió en sus páginas del 11 de septiembre de 2001 los atentados a las Torres Gemelas, en Nueva York, y el Pentágono, en Washington.

Tragedia que dejó 3,016 muertos.

Estos 52 años constituyen una cita para celebrar.

Celebramos la primicia de cobertura de aquellas tres noticias que hoy son parte de la historia. Pero sobre todo las batallas titánicas libradas en años de turbulencia política a favor de la libertad de expresión y difusión del pensamiento.

Felicitamos a su director Bolívar Díaz Gómez, al conjunto de periodistas, que en un concierto de voces le dan a sus páginas una vigorosa vigencia diaria; y naturalmente, a los ejecutivos del área administrativa, por el tesón en su trabajo.

El Nuevo Diario

Los 52 años de El Nacional

Las circunstancias que rodearon su nacimiento hicieron que el periódico El Nacional adquiriera una madurez temprana. La Guerra de Abril y la intervención militar de 1965 no fueron sólo hechos sangrientos, constituyeron además una afrenta que sacudió profundamente a la sociedad dominicana, surgiendo un serio compromiso con la democracia, y El Nacional fue parte esencial del mismo.

Esta oferta impresa vespertina y con su versión digital de todas horas, ha sido firme en su línea editorial y plural en su cobertura noticiosa.

Saludamos a todo el personal de El Nacional en manos de su apreciado director, Bolívar Díaz Gómez, y del presidente del Grupo de Comunicaciones Corripio, don José –Pepín- Corripio Estrada.

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