FILADELFIA. Edwin Encarnación parece meterse en por lo menos una, si no dos, rachas extendidas al año en la que es posiblemente el bateador más temible en el béisbol. Él está de nuevo en eso.

Encarnación conectó otro jonrón en la amplia victoria 13-2 de Toronto sobre los Filis el jueves por la noche. Él ha jonroneado seis veces en sus últimos cinco juegos y desde el 1ro de mayo tiene 15, con los que encabeza la Liga Americana.
Cuando el veterano toletero está enfrascado en una racha como ésta no hay nadie mejor. Él tiene al menos una remolcada en siete juegos consecutivos, con un total de 15 durante el mismo lapso.

“Sólo trato de ir partido a partido y seguir tratando de hacer lo mejor que puedo para ayudar a este equipo a ganar”, dijo Encarnación después del juego. “Estoy comenzando a ver mejor la pelota, haciendo mejor swing a los lanzamientos y eso es la cosa más importante para mí. Mantenerme agresivo en la zona de strike”.

Él tiene la capacidad para acarrear a un equipo sobre su espalda durante largos períodos y aunque la ofensiva de los Azulejos pudo haber estado en problemas a principios de este año, ciertamente no lo está ahora.

Encarnación conectó cuadrangular en la primera entrada del partido del miércoles por la noche y marcó la pauta una vez más al día siguiente. Esta vez fue un batazo de dos carreras ante Aaron Nola que sentó las bases para un pico en la temporada en carreras anotadas (13) y hits (17) para los Azulejos.

Se ha llegado al punto en que los Azulejos esperan una de estas rachas extendidos cada año. En el pasado, por lo general ocurrió en mayo. Esta vez, está sucediendo en junio.
“Me pareció que estaba entrando en una a principios de año pero no duró tanto tiempo”, dijo John Gibbons, el manager de los Azulejos. “Realmente todos los años atraviesa por de una de éstas y es peligroso. Si le das cualquier cosa para batear, no hay nadie mejor”.

UN APUNTE:

Su mejor momento
En 14 juegos este mes, Encarnación está bateando para .314 (51-16) con ocho cuadrangulares y 21 carreras impulsadas. Se fue de 4-2 con cuatro carreras impulsadas en la noche del jueves. Llegó a 61, la mayor cantidad de producidas en todo el béisbol de Grandes Ligas.