Por STEVE PEOPLES and ALAN FRAM
Associated Press
WASHINGTON (AP) — Oraron y guardaron un minuto de silencio. Buscaron consuelo. Algunos explotaron con enojo y frustración porque, una vez más, Estados Unidos era forzado a enfrentarse a otro tiroteo masivo.
Y, sin embargo, 48 horas después de que nueve personas fueran asesinadas en una iglesia de Carolina del Sur, los líderes políticos de la nación, desde el presidente Barack Obama hasta aquellos republicanos que buscan reemplazarlo, así como aquellos en el Congreso, no hicieron un llamado para revisar con detenimiento la violencia a causa de armas de fuego en Estados Unidos.
Hubo pocas dudas de que el predominio de los grupos pro armas de fuego continuará en la política de Estados Unidos, sin importar la desgracia. Incluso los defensores más apasionados del control de armas de fuego no esperaban otra cosa.
“Me gustaría decir que estos tiroteos en Charleston serán un punto decisivo, suficiente para que el Congreso luche contra el cabildeo pro armas y tome medidas serias sobre las leyes de armas de fuego”, dijo Chelsea Parsons, que supervisa la política de armas para el organismo liberal Centro para el Progreso Estadounidense.
“Pero no quiero ser ingenua”. Tratando de cortejar a votantes evangélicos en Washington, una sucesión de republicanos que anhelan la presidencia expresaron su horror por el ataque, pero nadie sugirió que se revisara el control de armas.
“Las leyes no pueden cambiar” estos ataques, dijo el gobernador Chris Christie a la conferencia de la Coalición de Fe y Libertad. “Sólo la buena voluntad y el amor de los estadounidenses pueden lograr que esas personas sepan que ese acto es inaceptable”.
El conservador favorito Ben Carson, el único candidato afroamericano del grupo, habló sobre las tensiones raciales, no sobre las leyes de armas de fuego.
“Si no ponemos mucha atención al odio y la división en nuestra nación, esto es sólo un presagio de lo que podría suceder”, manifestó. La respuesta en todo el espectro político ilustra la profunda falta de atención que el control de armas de fuego ha obtenido hasta ahora en la campaña rumbo a las elecciones del 2016. También destaca la posición dominante que la NRA tiene sobre la política nacional.
La policía arrestó a Dylann Storm Roof de 21 años por la muerte de nueve personas en el tiroteo del miércoles en la iglesia Emanuel African Methodist Episcopal de Charleston. Los oficiales consideran que los asesinatos fueron un crimen de odio motivado por el racismo. Las víctimas eran negras; el sospecho, blanco.