JERUSALEN.(EFE). Bar Rafaeli, en otra vuelta de rosca a su tradicional rifirrafe con las autoridades israelíes, se ha visto en el blanco de una nueva ofensiva del Ejército israelí, que no quiere que la supermodelo sirva de ejemplo entre la juventud. En unas declaraciones sin precedentes, un alto mando del Ejército ha exhortado a boicotear todos los productos que representa la bella modelo de 24 años, que no prestó el servicio militar obligatorio valiéndose de un matrimonio ficticio, informan hoy medios locales. «Al final del día, es ella la que tendría que mirarse en el espejo», dijo el comandante del Departamento de Recursos Humanos del Ejército, el general Avi Zamir, en un acto público en el que criticó que empresas israelíes usen la imagen de Rafaeli en sus anuncios publicitarios.
«Nosotros somos una sociedad que tiene un ejército, y Bar Rafaeli no tiene por qué participar en anuncios de Fox», declaró al tomar como ejemplo una de las cadenas de moda más populares entre adolescentes y jóvenes locales. A continuación, y saliéndose de sus competencias como militar, exhortó abiertamente a «no comprar los productos» que publicita. El rifirrafe entre Rafaeli y el Ejército israelí se remonta a cuando la supermodelo presentó un certificado de matrimonio con un hombre de 37 años con el objetivo de eludir el servicio militar. El general Zamir reconoció que en esa circunstancia no había nada que hacer con el caso y que por ello no se tomaron medidas judiciales contra la joven.
La ofensiva militar se ha encontrado con una dura respuesta por parte de la madre de la modelo, Tzipi Levín, que en declaraciones al un conocido portal local de internet exhortó a los generales a «mirar en su propia casa y ver a quien no reclutan». «Los comentarios del jefe de Recursos Humanos son ridículos y una vergüenza», consideró la artífice de la carrera de Rafaeli como modelo desde que era un bebé. Al tradicional desencuentro entre las autoridades israelíes y la modelo internacional se sumó ayer una solicitud de ésta para transferir su residencia fiscal a otro país y no pagar así las altas tasas impositivas vigentes en Israel.