PARIS, (AFP). – Bastaron algunos pelos conservados en el suelo helado de Groenlandia para que las nuevas técnicas de secuenciación permitieran descifrar los secretos del ADN de un hombre que vivió hace 4.000 años, según una investigación cuyos resultados publica el miércoles la revista Nature.
Ese hombre, perteneciente a la cultura Saqqaq, la primera conocida en Groenlandia, tenía probablemente la piel morena, el pelo negro y un fuerte riesgo de calvicie, indica Eske Willerslev, de la Universidad de Copenhague, que dirigió la investigación.
Los análisis de su ADN muestran que ese paleoesquimal, genéticamente adaptado a las temperaturas frías, corría empero riesgos de otitis a raíz de la cera demasiado seca que tenían sus orejas, precisó Willerslev durante una audioconferencia.
«Hasta el presente, no se ha publicado ningún genoma de un ser humano del pasado», los únicos datos disponibles conciernen una ínfima porción, «unos cuantos miles de bases, del ADN de un único Neandertahl», recalcan Eske Willerslev y sus colegas.
De este hombre que vivió hace 4.000 años, ha podido ser secuenciado el 79% de un genoma que comprende 3.000 millones de pares de bases (o motivos químicos elementales), gracias a «la excelente conservación del ADN» en el suelo helado.
El análisis del genoma concernió los cromosomas contenidos en el núcleo de las células humans (incluyendo las del pelo) y la pequeña fracción de ADN de las mitocondrias, antiguas bacterias convertidas en centrales energéticas de nuestras células.
Gracias a nuevas tecnologías, la secuenciación de la doble hélice de ADN de los pelos encontrados en el permafrost de Groenlandia, pudo ser verificada veinte veces, cuando en el desciframiento del genoma humano la operación sólo pudo realizarse diez veces.
Esto permitió identificar más de 350.000 variaciones ricas en información sobre el origen del hombre de Groenlandia.
Su grupo sanguíneo (A+) y ciertas características genéticas muestran, según los científicos, que procede de un grupo humano llegado de Siberia hace 5.500 años, es decir 200 generaciones antes de su nacimiento.
«Las poblaciones contemporáneas más próximas a las que ese hombre está asociado no son en realidad los Inuits ni los groenlandeses ni los indios de América, sino las poblaciones del nordeste de Siberia»: los Nganassans, Koryaks y Chukchis, explica Willerslev.
La migración entre los dos continentes se habría producido hace 5.500 años a través del estrecho de Bering helado, o bien que pudo ser atravesado en barco. «Esto no se sabe, quizá lo hicieron de las dos maneras», dice el científico.
El ADN encontrado en Groenlandia era de buena calidad; sólo un 0,8% de él había podido ser «contaminado» por otro ADN humano más reciente, señalan los científicos.