NUEVA YORK. Nadar en una piscina con cloro aumentaría las probabilidades de un niño susceptible al asma y a las alergias a desarrollar esas enfermedades, indicó un estudio.
Según los hallazgos del doctor Alfred Bernard, toxicólogo de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, «al irritar las vías aéreas de los nadadores, los productos con cloro en el agua y el aire de las piscinas producen un efecto adicional importante sobre la aparición del asma y las alergias respiratorias, como la rinitis». Como parte de un estudio, afirma que el impacto del cloro sobre la salud respiratoria de los niños y los adolescentes sería mucho más grande, por lo menos cinco veces mayor, que la que produce el humo (de cigarrillo) de segunda mano.
Concluyó en que la sustancia tóxica emanada del cloro produce cambios en las vías aéreas y favorece el desarrollo de alergias.
Bernard dijo que los países con mayor prevalencia de asma y de alergias respiratorias son aquellos donde las piscinas son muy populares.