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El comportamiento económico dominicano

El comportamiento económico dominicano

El veterano economista, gobernador de nuestro Banco Central, Héctor Valdez Albizu, a ratos, cuando asoman leves turbulencias en el escenario, como ahora, resaca de un descomunal despilfarro oficial para aplastar electoralmente en primarias, faltan secundarias, a Leonel Fernández, reitera el vigor de la economía, como declaró el pasado 24 de octubre, enfatizando un crecimiento 5.1% del PIB en septiembre, remontando de 4,8% en agosto.

Resulta curioso, conforme siempre comento, que tanto el FMI como el Banco Mundial, avalan las precisiones de nuestro gobernador, empero, hay cifras que cuestionan por sí mismas, tanto las unas como las otras, conforme desgloso.

Consignó Valdez Albizu en su último arqueo de la economía, entre otras cifras, que nuestras reservas ascendieron a US$7,688.6 millones, déficit cuenta corriente enero-septiembre “apenas” US$587.6 millones, inversión extranjera directa ascendió en US$2,400 millones, exportaciones totales crecieron 2.9% interanual US$8,429.8 millones a septiembre.

En resumen, un risueño, halagüeño y nítido panorama económico, despejado de turbulencias, atrasos ni tropiezos, ilustrando, asistido con números, que la realidad difiere bastante del panorama convencional con que Valdez Albizu acicala nuestra conducta económica, motivado por más dos millones de razones, para justificarla y justificarse.

Comienzo por el “apenas” déficit en cuenta corriente enero-septiembre de US$587.6 millones, la más alta en un lustro, cuando en 2018 el mismo período fue de US$470.7 millones, una diferencia pequeña, cierto, de US$116.9 millones, pero no para una creciente economía inter anual de un 4.8, “la mayor de América Latina y el Caribe”, puntualizó Valdez Albizu, es decir, superior a Brasil, México y Argentina, los tres gigantes de AL. (¿?).

En enero-septiembre 2018 las exportaciones crecieron en US$8,414.5 millones y en idéntico período 2019 comportaron US$8,271.6 millones, unos US$142.9 millones menos.

Expuso Valdez Albizu, en ocasión de conmemorar el 72 aniversario de la fundación del BCRD en 1947, los mayores renglones exportables comandados por Servicios Financieros 8.8%; construcción 8.5%; energía y agua 7.9%; otros servicios, sin especificar 6.9%; transporte 5.2%; inmobiliarias 5,0%.

Amerita el sin especificar “Otras actividades y servicios” 6.9%, si comprende los acápites de endeudamientos externos por US$44 mil millones, remesas por US$7 mil millones y lavados de activos del narcotráfico visibles en enormes y proliferantes malls, edificios y resorts.

El reportero de El Caribe, Martín Polanco, en edición del 25 de octubre pasado reseña el decreciente comportamiento de la economía en sectores vitales como agropecuaria en 2018 subió 9.1% y este año solo 4.2%, atribuido a sequía y huracanes; comercio 2018 expansión de 8.5% y este año 3.4%; restaurantes 5.6% en 2018 y 1% este año; zonas francas en 2018 con 9.1% y este año 0.2%; construcción 2018 creció 9.1% y este año 8.5%. Sin sequía ni huracanes.

Resulta una dicotomía o un sutil manejo que nuestra economía, conforme al rutinario y reiterado predicamento de su más conspicuo vocero, nuestro gobernador Valdez Albizu, repique campanas de un 4.8% del PIB, “el más alto de AL y el Caribe”, cuando sus propios guarismos los contradicen.

Es más, recordando al eximio sociólogo e imperecedero afecto doctor Juan Isidro Jimenes Grullón, ilustrando que el pasado 19 de octubre, el Poder Ejecutivo sometió a nuestro borreguil Congreso, que no se atreve a contradecir por elemental preservación de nuestra frágil soberanía de empréstitos y saturada de haitianos que nos han invadido en los gobiernos del PLD sin disparar un solo tiro, un préstamo por US$400 millones para el insondable e irresuelto sector eléctrico.

Voy más lejos, conforme reiteraba el sesudo escritor, cinco días después, el 24, el Poder Ejecutivo enviaba otro préstamo a los corruptos y nauseabundos Cofresito y Barrilito de nuestro inefable Congreso, por US$100 millones, esta vez para comprar trenes para la línea uno del Metro.

Son esos comportamientos inefables que obligan a cuestionar nuestra economía con un PIB de 4.8%, “el mayor de AL y el Caribe”, omitiendo las prótesis del frenesí irresponsable de endeudamientos, lavados de activos, remesas, y decrecientes producciones en renglones vitales de nuestra economía, señalados.

Resultados de ese visible desfase y notables baches, es por lo que el exgobernador del BCRD, ingeniero Guillermo Caram, en declaración recogida en El Nacional del pasado 27 de octubre, define que los altos índices económicos que propala insistente el gobernador Valdez Albizu nada resuelven, porque son fundamentados en el endeudamiento externo e interno, y no sustentado en el desarrollo de las fuerzas productivas en conjunto del país.

El Nacional

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