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El cuidado paliativo en el paciente oncológico

El cuidado paliativo en el paciente oncológico

El cuidado paliativo es la asistencia total, activa y continua de los pacientes con enfermedad avanzada y de sus familiares por un equipo de varios profesionales hasta el último día de su vida. Se ocupa del control de síntomas, tales como dolor, nauseas, pérdida del sueño o apetito, tos, dificultad para respirar, diarrea, estreñimiento, vómitos, debilidad, hipo y otros síntomas, así como el manejo de la enfermedad y el cuidado emocional e espiritual.

Usamos medicamentos por distintas vías. La mejor de todas es la vía oral ya que es la vía de ingesta natural, sin embargo si no es posible la vía oral se puede utilizar la vía subcutánea (debajo de la piel, como se pone la insulina) o la vía endovenosa si el paciente se encuentra en el hospital. También utilizamos medicamentos en parches.

Para llevar esto a cabo tenemos que centrar el interés en el enfermo y su familia de manera que podamos conocer sus necesidades y hacer juntos una planificación de acciones que permitan que el paciente reciba el cuidado adecuado. Esta atención solo se consigue con una comunicación adecuada entre el médico, el paciente y la familia, donde debe ser lo más importante la verdad, donde todo el mundo entienda lo que se está diciendo.

La familia juega un papel importante y debe estar informada sobre la enfermedad y conocer los deseos del paciente, nunca se debe informar a otras personas a no ser que el paciente así lo desee. A veces los familiares no desean que los pacientes conozcan de su enfermedad, pero esto los aísla y no pueden compartir sus miedos, dudas y hace que se sientan solos.

Es mucho mejor la comunicación con la verdad, siempre y cuando el paciente quiera saber. Conocer los deseos del paciente y su familia y así mismo conocer qué tanto saben de su enfermedad nos permite hacer un plan de cuidados juntos y así será mejor para todos.

Se debe conocer datos de la vida diaria del paciente: cómo respira, orina, evacua, duerme, camina, su fuerza física, su preferencia alimenticia, su capacidad de desempeño en la vida diaria, etc.

Se debe señalar al familiar o al cuidador a no obligar al paciente a comer. El tema alimentación preocupa mucho a la familia, a quienes hay que recordar que pueden agobiar al enfermo si insisten en que coma. Deben comer en su horario y lo que les apetezca en poca cantidad y con frecuencia. Se deben dar alimentos en formas lindas, y pueden usar trucos para hacer las comidas con más calorías, tales que como añadir leche a los jugos, mantequilla la los purés, queso a las pastas, etc. Deben alimentarse sentados en la medida posible y dejarlos sentados luego de comer durante un par de horas.

Si no apetece tomar líquidos se le puede ofrecer gelatina o chupar helados o hielo triturado. No se recomienda que vea espejos ni que se pese. Se debe además cuidar la boca ya que cualquier lesión produce mucha molestia. Si el paciente usa dentadura postiza debe cuidar su higiene y si lo necesita, ajustarla. Se les debe mantener los labios y la boca húmedos e intentar que siempre respiren por la nariz, no por la boca. Ante cualquier cambio comunicarlo al médico.

Se debe señalar al familiar o cuidador además a no obligar al paciente a caminar, ya que una caída puede empeorar su situación. Así mismo, señalar al paciente que se deje ayudar y que diga de qué manera está más a gusto.

Tenemos formas de medir el dolor y otros síntomas, tales como una escala que es una regla de 10cm donde el 0 es la ausencia del síntoma y va aumentando hasta el 10 que es la expresión del síntoma de manera insoportable. Este sistema sirve para todo tipo de síntoma.

Los familiares deben estar atentos al cambio del humor, ya que esto es importante para su adaptación a los cambios que les produce la enfermedad, y comunicarlo al médico para corregir el cuadro en lo que sea posible. En este punto es importante valorar los miedos: miedo al dolor, a estar solos y otros temores que van a depender de la edad y del carácter de que uno.

Así mismo estar atentos ante cualquier cambio en la persona enferma a medida que las situaciones de su vida o enfermedad van cambiando.

En ocasiones necesitamos varios medicamentos para corregir los síntomas. Si tiene dudas acerca de los síntomas o tratamientos haga una lista de estas dudas para luego aclararlas en la consulta.

Por ultimo podemos decir que no se puede morir curado pero se puede morir sanado. La sanación se refiere a alcanzar una relación apropiada con uno mismo, con los demás y con Dios. Es tener la posibilidad de decir perdóname, te perdono, gracias, te amo, adiós. Esto es válido tanto para el enfermo como para el familiar o cuidador.

EL DATO

Dra. Gloria Castillo
Gineco – Obstetra /
Ginecólogo – Oncólogo gerente de cuidado paliativo del Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares (INCART)

El Nacional

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