Opinión

El éxtasis

El éxtasis

“Veíale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces y que me llegaba a las entrañas: al sacarle me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. Era tan grande el dolor que me hacía dar aquellos quejidos, y tan excesiva la suavidad que me pone este grandísimo dolor que no hay desear que se quite, ni se contenta el alma con menos que Dios”

El párrafo anterior, se encuentra en el “Libro de la vida” escrito por Teresa Cepeda y Ahumada; también conocida como Santa Teresa de Jesús. Allí Describe cómo eran los milagrosos encuentros que tenia con Dios. Sin embargo, para otros, la interpretación del texto es, que la religiosa está teniendo un arrebatador orgasmo.

Gian Lorenzo Bernini; excepcional artista del Renacimiento, y uno de los reconocidos homosexuales que los Papas contrataron para decorar las iglesias, dejó esculpido en mármol la representación de esa “divina venida” Presentando a la Santa como levitando, no escapando de la penetración, sino mas bien anhelándola.

Teresa fue una mística inmersa en un mundo eclesiástico donde las religiosas tenían prohibido predicar. Sabía que caminaba por un terreno peligroso, cuando convertía a Dios en su amante, viviéndolo con semejante pasión. Fue perseguida por el tribunal de la inquisición y estuvo a riesgo de ir a la hoguera.

Teresa encontró en la escritura el medio para expresar sus ideas a todos aquellos que estaban dispuestos a compartir. Su destreza en la escritura le recompensó con una abundante obra literaria que desarrolló en las dos últimas décadas de su vida.

Los votos de pobreza y de castidad lo pudo superar, pero el de obediencia… jamás.
Hoy se conmemora el día de Santa Teresa, una de las primeras mujeres con un pensamiento feminista y cuyo ideal de divinidad era el de felicidad, de autosatisfacción, y de plenitud. Para goce de los lectores les digo: Solo hay una cosa mejor que llegar al éxtasis… llegar otra vez!

El Nacional

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