Cada vez que la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) da cuenta de la incautación de un cargamento de cocaína o alguna otra sustancia narcótica se disparan las conjeturas.

Y es que no deja de intrigar que, pese a los golpes, el narco no cede en sus operaciones para introducir drogas en el territorio.

Ahora se acaba de informar que en un operativo en La Romana la DNCD se incautó de 290 kilos de cocaína que eran transportados por desconocidos en dos lanchas, mientras que en Boca Chica se decomisaron 461 kilos.

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En La Bonita los transportistas pudieron escapar al percatarse de la persecución de las autoridades, pero en Boca Chica se detuvo a dos personas. No se puede dejar de reconocer que la DNCD ha propinado contundentes golpes al narcotráfico.

Miles de kilos han sido decomisados en los últimos tiempos. Pero las inquietudes se plantean en la medida que los narcos, en lugar de replegarse, insisten en desafiar a las autoridades.

La gente piensa que de alguna manera los responsables de una operación que mueve muchísimo dinero se las arreglan para colar grandes cargamentos mientras les confiscan otros.

El mismo hecho de que en múltiples ocasiones los transportistas escapan de la persecución, como ha ocurrido en el caso de La Romana, también genera sus interrogantes.