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El ocio y la vida útil

El ocio y la vida útil

El libro ¨Juventud: realidades y retos para un desarrollo con igualdad¨ de Daniela Trucco y Heidi Ullmann reporta que ¨22 % de los jóvenes latinoamericanos ni estudian ni trabajan¨. Son más de 30 millones.

Refiere la CEPAL que ¨esa es la población en riesgo debido a que se asocian directamente con problemas como el consumo de alcohol, drogas, vagancia, delincuencia y diversos vicios.¨

La Organización Internacional del Trabajo (OIT ) informa que ¨en los países de bajo ingreso, millones de jóvenes abandonan sus estudios para aceptar empleos, y establece que 31% de ellos no tienen títulos educativos; en contraste con el 6% de jóvenes en los países de ingresos medianos bajos y 2% en países de ingresos medianos altos.¨

El Centro Bonó Casa de la Juventud de la Pastoral Juvenil y tres entidades más no gubernamentales refieren que la tasa de desempleo del país se estima en 14% y en jóvenes de 15 a 29 años alcanza 27%.

El BID refiere que hay en América Latina 14.9 millones de jóvenes a quienes se les conoce como ¨ninis¨ porque ni estudian ni trabajan, ni buscan empleo. En dominicano se diría ni fu ni fa. Recalcan que la falta de inclusión laboral es también un problema social, pues la inactividad aumenta el riesgo de problemas asociados a conductas como drogadicción o violencia.

De acuerdo con la CEPAL, en el mundo hay 81 millones de jóvenes sin empleo.

Según la Comisión Económica para América Latina, en 2012, cerca de 30 millones de jóvenes entre 15 y 29 años de la región, no estudian ni trabajan. Son excelente caldo de cultivo para la marginalidad, la delincuencia y la prostitución. Y añade que 175 millones de personas viven en la pobreza en América Latina.

Las estadísticas reportan que en República Dominicana, en 2015, tres de cada diez jóvenes estaban desempleados. Y según la Oficina Nacional de Estadísticas el 27% de jóvenes dominicanos están desempleados. Dos terceras partes de la juventud en edad de trabajar están desempleados. Otra fuente reporta que esa cifra alcanza el 34%.

El informe del experto regional en empleo juvenil de la organización internacional del trabajo Guillermo Derma Rey dice que en América Latina y el Caribe hay 20 millones de jóvenes sin trabajo ni estudio entre 15 y 24 años. Honduras tiene 28.7%, México 20.8% y República Dominicana 20.6%. De ahí que estos países tengan tanta delincuencia. Es una población peligrosa. La parte que no delinque ni se desespera tendría que estar revestida abundantemente de la gracia divina y con una elevada moral. ¿Cuántos de ellos? Solo Dios sabe.

Mientras el ocioso cavila, maquina cosas, alberga ideas perversas, formas de complots…, el bien ocupado nunca apoya ni les pasa por la mente, porque sus útiles ocupaciones no les dan lugar a perversidades ni distorsiones.

Neuronas y ocio

Todos los excesos suelen ser dañinos .Un tiempo prudente de descanso, ocio, relajamiento de la persona, ayuda a la función cerebral. Las investigaciones en neurociencias reivindica el valor de la ociosidad ¨efímera¨. Aquí cobra fuerza la paradoja de Miguel de Unamuno: ¨No llegará muy lejos, de seguro, quien nunca siente cansancio¨. Quien está bien ocupado se gana el descanso.

Informan los investigadores que ¨el cerebro posee una red llamada neuronal por defecto (RND) que se vuelve muy activa cuando estamos ociosos y que permite acceder al inconsciente, a la creatividad y a las emociones¨, pero es creatividad para hacer, producir.

No es el caso del vago permanente. Cuando estamos terriblemente ocupados todo el tiempo la actividad en la RND se suprime y muchos estudios muestran ahora que esto puede tener consecuencias negativas para la salud a largo plazo, explica Smart, profesor de la Universidad de Nueva York.

Para practicar el ocio es necesaria una vida física y emocionalmente equilibrada. Dormir es una forma de activar la red neuronal.
El trabajo dignifica, pero la persona debe tomar breves momentos a lo largo del día para esconderse o reponerse. Así se construye la tolerancia.

El estado de reposo del cerebro cumple una función decisiva. El ocio, como descanso produce nuevas conexiones neuronales, es buen antidepresivo.

Muchos, al no hacer nada en un momento, se desesperan y quieren hacer algo. Desconocen el valor del buen descanso.

Es inminente y obligatorio invertir en los jóvenes recursos y buenas atenciones para sacar de ellos buenos frutos y eludir acciones dañinas. La buena compañía ayuda a levantar jóvenes valiosos.

Aunque desde las esferas de poder aparezcan quienes desestimen a los valiosos, alegando que no convienen a sus intereses espurios. Ahí se aplicaría el texto: ¨Persigamos al justo que nos molesta…¨(Sab. 2,12).

Toda persona de bien, con el Señor en el corazón, debe arrojar luz, serenidad, paz, amor…, para procurar una juventud útilmente ocupada que avizore, anuncie y perfile una sociedad promisoria.

El Nacional

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