Ahora mismo no hay ninguna organización que catalice el descontento colectivo existente, arrastrado por una deuda social acumulada, agonizada por los desaciertos y la pésima administración de los gobiernos del doctor Leonel Fernández, que dejó una estructura de poder para proteger a sus acólitos.
La pobreza se ha multiplicado y no hay organización que aglutine a los indignados, a los fines de lograr reivindicaciones frente a un gobierno que no ejecuta ninguna acción en beneficio de los sectores populares y de los indigentes, pues todavía no se aprecia la exhibición de una sola obra tangible.
Es urgente reunificar al PRD para que juegue su papel de vanguardia. El partido blanco muestra una inconcebible inercia y desgano en el desempeño de su rol de instrumento mayoritario para encaminar pasos capaces de arrancar conquistas en beneficios del pueblo.
El agrietamiento del PRD le impide asumir su papel protagónico como líder de la oposición. Los sectores en pugna deben empoderarse y buscar salida a la crisis. El tiempo se agota y la convención pautada para Febrero próximo se acerca sin tener una agenda en común que resuelva el conflicto.
El PRD aún tiene perspectiva para recomponerse y conseguir una concertación entre sus líderes, conectados con la base, para salir por la puerta grande en los comicios pautados para el año 2016. La Ineficacia de la actual gestión de gobierno sirve de abono para una posible victoria del partido del jacho prendío
Los caminos están abiertos para un entendimiento entre los grupos en confrontación. El acuerdo se impone frente a las circunstancias difíciles en que viven los dominicanos. Los actores de la crisis están en la obligación de tener una repuesta rápida para no dejar en la orfandad a una sociedad que requiere protección política.
