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El PRI de México, el partido que más tiempo gobernó en América Latina

El PRI de México, el partido que más tiempo gobernó en América Latina

MÉXICO, 2 Jul 2012 (AFP) – El Partido Revolucionario Institucional (PRI) que gobernó México por 71 años, más que ninguna otra organización política en América Latina, recobró en los comicios del domingo el poder tras 12 años en la oposición, según resultados preliminares de la autoridad electoral. 

Acusado durante su largo gobierno de clientelista y corrupto, el PRI impuso en México un régimen paternalista, presidencialista, vertical y autoritario, que llegó a instaurar incluso la tradición del “dedazo”: la selección que hacía el presidente de su sucesor.

Con el nombre de Partido Nacional Revolucionario, fue creado en 1929 por el general Plutarco Elías Calles para acabar con las luchas intestinas entre caudillos y agrupar a las vertientes políticas surgidas tras la Revolución de 1910.   Bajo el gobierno presidido por Lázaro Cárdenas (1934-1940), el PRI, que en 1938 toma el nombre de Partido de la Revolución Mexicana (PRM), llega a ser considerado “socialista” al nacionalizar la industria petrolera e impulsar la reforma agraria.

Gracias a la demanda de productos en la post-guerra, el país vivió un crecimiento económico durante más de dos décadas.

La estabilidad propiciada por el PRI, que adopta su nombre definitivo en 1946, logró que México fuera el único país latinoamericano sin golpes de Estado y pasara a ser refugio de exiliados, como Fidel Castro.   La estabilidad y paz interna se logró a fuerza de represiones. En 1968, una protesta estudiantil desembocó en la “matanza de Tlatelolco”, que oficialmente dejó unos 40 muertos, aunque grupos de derechos humanos los cifran en más de 200.  

Sin permitir oposición política, en sus años 70 de gobierno surgieron pequeñas guerrillas, reprimidas con tácticas de guerra sucia.   La crisis de la deuda en 1982 y la ineficiencia gubernamental para atender la emergencia del terremoto que devastó la capital en 1985, minaron la credibilidad en el paternalismo oficial.

 Señalado de prácticas fraudulentas para perpetuarse en el poder en un sistema electoral controlado por el gobierno, la imagen del PRI cayó aún más en los comicios de 1988, cuando fue declarado ganador su candidato Carlos Salinas de Gortari tras fallar el sistema de cómputo de votos.

En 1994, es asesinado el candidato del PRI, Luis Donaldo Colosio. Según la versión oficial, el crimen fue cometido en solitario por un misterioso hombre, pero una de las hipótesis apuntó a un conflicto interno del partido.   En ese año, tras la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, irrumpe el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el país sufre una nueva crisis económica, que se suma a reclamos de mayor democracia.

 En 2000, el PRI sufre una histórica derrota ante el conservador Partido Acción Nacional (PAN), con Vicente Fox, y en 2006 queda relegado al tercer lugar en las elecciones ganadas también por ese partido, con el actual presidente, Felipe Calderón.

Peña Nieto logra que PRI retorne a poder en México tras 12 años en oposición

MÉXICO, 2 Jul 2012 (AFP) – El candidato a la presidencia de México del opositor PRI, Enrique Peña Nieto, es el virtual ganador de las elecciones del domingo, regresando así a su partido al poder tras 12 años en oposición, con el desafío de enfrentar la violencia del narcotráfico y altos índices de pobreza.

“El reto más importante es reconstituir las condiciones de paz social en las zonas más afectadas por la violencia en México”, estimó Javier Oliva, investigador experto en seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El país vive una ola de violencia que ha dejado más de 50.000 muertos desde que el gobierno del presidente Felipe Calderón lanzó en diciembre de 2006 una ofensiva contra los cárteles de la droga con el ejército.

El otro gran problema que deberá de abordar el nuevo gobierno es la pobreza, y Nicolás Lazo, experto de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) opinó que Peña Nieto “debe profundizar” las políticas para erradicar ese mal que afecta a la mitad de los 112 millones de mexicanos, según cifras oficiales.

El candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) proclamó su victoria y la de su partido, que gobernó el país durante 71 años, luego de que el Instituto Federal Electoral (IFE) anunció que obtuvo entre “37,93% y 38,55%” de los votos, según un conteo preliminar de una muestra realizada en 7.500 de las más de 143.000 mesas electorales del país.

La autoridad electoral informó que le sigue el izquierdista Andrés Manuel López Obrador con entre 30,9% a 31,86% de los votos, y la oficialista Josefina Vázquez, del Partido Acción Nacional (PAN), con entre 25,1% y 26,03%.

Sin embargo, López Obrador anunció que esperará el resultado definitivo para pronunciarse sobre la elección. “Todavía no está dicha la última palabra (…) Hay información que nosotros tenemos que indica otra cosa”, dijo en un discurso a sus seguidores.

 “Asumo el mandato que los mexicanos me han otorgado”, dijo por su parte Peña Nieto en sus primeras palabras y anunció que no habrá “ni pacto, ni tregua” con el crimen organizado, aunque sí un cambio de estrategia, en un discurso ante sus seguidores que le gritaban “¡presidente!” en la sede de su partido.

   Peña Nieto también se comprometió a buscar “una economía que genere empleos y distribuya mejor la riqueza para combatir la pobreza y desigualdad que aún agobia a millones de mexicanos”.

En unas elecciones en las que un triunfo del PRI era anticipado por todas las encuestas, 79,5 millones de mexicanos estaban llamados a elegir, en comicios sin segunda vuelta, al sustituto -por periodo de seis años- del presidente Felipe Calderón y las dos cámaras del Congreso.

“Quiero felicitarle sinceramente (…) Mi gobierno tiene la absoluta disposición de colaborar con su equipo, a fin de garantizar que el cambio de administración se dará de manera ordenada, transparente y eficaz”, dijo Calderón, en cadena nacional de radio y televisión.

También admitió la derrota del PAN la candidata Vázquez, quien afirmó que “el nuevo gobierno tendrá la oportunidad pero sobre todo tendrá la gran responsabilidad de actuar y de cumplir sus promesas”.

En la capital, la izquierda, que la gobierna desde 1997, conservará la alcaldía al lograr su candidato, el ex fiscal local Miguel Ángel Mancera, cerca de 60% de los votos.

La vuelta del viejo PRI

Impulsado por la aceitada maquinaria del PRI, Peña Nieto, abogado de 45 años con porte de galán de telenovela y casado con la popular actriz Angélica Rivera, prometió un “gobierno eficaz” que genere seguridad y empleos.

“Voté esperando que se me respete el voto. Espero que acabe la violencia para vivir y trabajar tranquilo”, dijo a AFP Luis Sevilla, de 26 años, quien vende saltamontes asados en un mercado del centro de la capital.

Segunda economía de América Latina, México vio crecer en 15 millones su población de pobres desde 2000, bajo gobiernos del PAN, lo que pesó, según analistas, en el electorado.

Tachado de autoritarismo y corrupción, el PRI gobernó de 1929 a 2000 con un régimen paternalista que acabó con las luchas de caudillos y dio estabilidad política al país tras la Revolución de 1910.

Además de la presidencia, el PRI buscó en estas elecciones recuperar la mayoría en las dos cámaras del Congreso (500 diputados y 128 senadores), y sumar más gobernaciones -de seis en disputa este domingo- a las 20 que ya tiene de 31 estados del país.

Bajo amenaza

Helicópteros y policías vigilaron la populosa Ciudad de México. Militares patrullaron los estados más violentos como Tamaulipas (noreste), Veracruz (este), Nuevo León (norte) y Guerrero (oeste), donde operan poderosos cárteles como Los Zetas y el de Sinaloa, que disputan a sangre y fuego las rutas de la droga.

Masacres, decapitaciones y balaceras son pan de cada día desde que Calderón, al llegar al poder en 2006 lanzó una guerra frontal contra los cárteles, que deja más de 50.000 muertos.

 “La seguridad es lo más importante, fue lo que determinó mi voto”, dijo a AFP Gabriel González, maestro de 49 años, en Monterrey, capital de Nuevo Léon, cerca de un cuartel policial cerrado tras ser atacado a tiros a inicios de año.

   Concientes de que la seguridad y el narcotráfico es un problema que supera las fronteras mexicanas, cientos de residentes en Estados Unidos viajaron en caravana dese California (suroeste de EEUU) hasta la ciudad fronteriza de Tijuana (noroeste) para votar.

Fantasma de fraude

 Entre denuncias de compras de votos, sobre todo dirigidas contra el PRI, estos comicios son los más controlados de la historia de México con un modernizado sistema de cómputo y 700 observadores internacionales.

“Se reportaron incidentes pero que no alteran el resultado” de los comicios, afirmó el presidente del IFE.

López Obrador evocó durante la campaña la posibilidad de un fraude, aunque firmó un pacto con los candidatos de respetar los resultados.

El movimiento universitario YoSoy132, que acusa a medios como el gigante Televisa de promover a Peña, desplegó grupos que grababan el desarrollo de la votación.

Violencia y pobreza: retos del gobierno del PRI en México, según analistas

MÉXICO, 2 Jul 2012 (AFP) – La violencia en México desatada por la guerra contra el narcotráfico y el aumento de la pobreza serán los principales desafíos que enfrentará el PRI a su regreso al poder con Enrique Peña Nieto, que proclamó su victoria el domingo, según los analistas consultados por AFP.

“El reto más importante es reconstituir las condiciones de paz social en las zonas más afectadas por la violencia en México”, afirmó Javier Oliva, investigador experto en seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), haciendo referencia al muy posiblemente futuro gobierno de Peña Nieto.

   El candidato del Partido de la Revolución Institucional (PRI) se proclamó ganador de la elección presidencial del domingo, luego de que el Instituto Federal Electoral informó que obtuvo al menos 37,93% de los votos, según un conteo preliminar.

La reconstrucción de la paz “no puede tardar mucho, hay analistas que plantean que puede ser un proyecto de uno o dos años, pero creo que no puede ser ni siquiera un año”, añadió Oliva.

México vive una ola de violencia que ha dejado más de 50.000 muertos desde que el gobierno del presidente Felipe Calderón lanzó en diciembre de 2006 una ofensiva contra los cárteles de la droga con el ejército.

Para Nicolás Lazo, experto de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), el actual gobierno, del conservador Acción Nacional (PAN), “causó una enorme mella a la estrategia de combate al crimen organizado”.

“En este momento lo que está en la memoria pública son los más de 50.000 muertos que ha dejado esa estrategia. El principal reto que tiene el nuevo presidente tiene que ver en cómo asume el combate al narcotráfico. Si va a redefinir, sólo modificar la estrategia antidrogas o hacer un cambio radical”, subrayó.

Peña Nieto, tras el resultado del IFE que le otorga la victoria según una muestra representativa de mesas de votación, anunció de inmediato que “frente al crimen organizado no habrá ni pacto ni tregua”.

En un primer mensaje en la sede de su partido agregó que “la lucha contra el crimen va a seguir con una nueva estrategia para reducir la violencia y proteger ante todo la vida de los mexicanos”.

Sin embargo, algunos analistas coinciden con las acusaciones que hacen los rivales del PRI de que puede caer en la tentación de negociar con el crimen organizado.

“Tiene ahí un problema muy grave y una mirada muy atenta de todo el mundo” por las acusaciones de que en el pasado el PRI negoció con el narcotráfico, consideró Carlos Gallego, profesor del posgrados de Análisis de Coyuntura de la UNAM.

Este analista cree que seguir la línea marcada por el general colombiano Oscar Naranjo, a quien Peña Nieto anunció como asesor en seguridad si ganaba la elección, “con el historial represivo de falsos positivos que tiene, va a ser tensar mucho más las cosas”.

“Lo que van a buscar son negociaciones locales con el narcotráfico y tranquilizar las cosas”, adelantó.

De la misma opinión es Howard Campbell, experto en México y en combate al narcotráfico de la Universidad de Texas, en El Paso (sur de EEUU, fronteriza con México).

 “Realmente pienso que el PRI es bueno en encontrar formas de resolver los problemas por fuera de los canales políticos. Es mucho más capaz de resolver este tipo de problemas intratables” negociando con los cárteles de la droga, sostuvo.

No obstante, matizó que esta negociación excluye a Los Zetas, el sanguinario cártel formado por militares desertores que domina buena parte del este del país: “Los Zetas son intratables. Tienen que ser derrotados”.

El otro gran problema que deberá de abordar el nuevo gobierno es el de la pobreza.

Lazo opinó que el nuevo Ejecutivo “debe profundizar” las políticas contra la pobreza “porque es un punto crucial”.

De acuerdo a las cifras oficiales, la mitad de los 112 millones de mexicanos vive en la pobreza, pero Gallego incrementa ese porcentaje al 70%, en base a un estudio de Julio Boltvinik, experto del Colegio de México.

Por ello, Peña Nieto “tendrá que sentarse a negociar con todos una reforma fiscal que requiere” y esclarecer si va a ceder a empresas privadas parcelas de operación de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), que aporta 30% del presupuesto del gobierno.

“¿Cómo va a sustituir lo que Pemex aporta al presupuesto federal? Es un problema muy serio sobre todo por las condiciones de la economía, en una situación que no es precisamente la más fácil para la economía del mundo”, planteó.

A las reformas estructurales relativas a Pemex, Lazo añadió las relativas a los monopolios estatales privados, como los de las dos grandes televisoras que controlan el mercado audivisual del país, Televisa y TV Azteca.

 

El Nacional

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